El laboratorio SK Bioscience ha desarrollado GBP510, la primera vacuna surcoreana contra el COVID-19, y se prevé que próximamente el Ministerio de Seguridad de Alimentos y Medicamentos de Corea del Sur autorizará su uso.
El Comité Central de Evaluación Farmacológica de la citada cartera ha concluido que el fármaco es seguro y eficaz, pues solo faltan los últimos análisis para la aprobación final. Tras completar el proceso, la primera vacuna desarrollada con tecnología nacional pasará a distribuirse.
En los ensayos clínicos GPB510 resultó mucho más efectiva que la vacuna de AstraZeneca, al aumentar unas tres veces más los anticuerpos neutralizantes del virus y presentar una tasa de seroconversión de anticuerpos superior en más de diez puntos porcentuales. En tanto, los exámenes sobre reacciones adversas y efectos secundarios corroboraron su seguridad.
Actualmente, los casos de COVID-19 siguen a la baja en Corea del Sur, aunque el descenso se ha ralentizado. Las autoridades sanitarias consideran dicho comportamiento inevitable, considerando el paso del tiempo y el debilitamiento de los efectos de la vacuna.
Al persistir la amenaza de un repunte de contagios o de la llegada de nuevas variantes del exterior, fabricar una vacuna nacional será de gran relevancia y utilidad para controlar la pandemia.