La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, expresó claramente el motivo de su visita a Taiwán a través de un comunicado, emitido poco después de su aterrizaje en la isla.

Concretamente, Pelosi declaró que su visita demuestra el firme compromiso de Washington con la democracia de Taiwán, y destacó la importancia de una mayor solidaridad entre ambos pueblos, frente a una batalla que los obliga a elegir entre la dictadura y la democracia.

Se prevé que la política estadounidense sostendrá una reunión con la presidenta de la República de China, Tsai Ing-wen, visitará el Consejo Legislativo y el Museo de los Derechos Humanos, y se reunirá con el presidente de Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), Mark Liu, antes de abandonar Taiwán en la tarde del miércoles 3 de agosto.

Como reacción a la visita de Nancy Pelosi a Taiwán, el Gobierno de la China continental anticipó una manifestación armada de gran envergadura, anunciando que llevará a cabo entrenamientos militares en mares y cielos de Taiwán durante tres días a partir del 4 de agosto.

Asimismo, el viceministro del Exterior de China, Xie Feng, denunció que Estados Unidos ha vulnerado gravemente el principio de "una sola China".

Por su parte, Estados Unidos explicó que la visita de Pelosi al territorio taiwanés fue una decisión personal, y que no guarda intenciones de violar la soberanía de China.

En tanto, Corea del Norte lanzó duras críticas contra Estados Unidos, acusándolo de "interferir en asuntos internos de China", y expresó su apoyo al Gobierno de Beijing.