El portaaviones Ronald Reagan de Estados Unidos llegó a la ciudad costera de Busan el viernes 23, ante la creciente tensión por las amenazas nucleares de Corea del Norte.
El grupo de ataque del portaaviones, que a las 9 de la mañana se integró a la Flota de la República de Corea (ROK) en Busan, comprende tres buques: el Ronald Reagan de propulsión nuclear, el destructor Barry, equipado con detector Aegis, y el crucero de misiles guiados Chancellorsville.
La última vez que dicho portaaviones estuvo en aguas surcoreanas fue hace cinco años, en octubre de 2017, justo después del sexto ensayo nuclear de Corea del Norte.
Su llegada responde al pacto entre Seúl y Washington de desplegar equipos estratégicos estadounidenses en la península coreana para contrarrestar la amenaza norcoreana, además de sumarse a las maniobras combinadas en la costa oriental de Corea, previstas a finales de este mes, a los que pronto se sumará el Annapolis, un submarino de propulsión nuclear que también participará en los ejercicios.
El portaaviones Ronald Reagan - de 100 mil toneladas- puede transportar unos noventa aviones, incluidos cazas F-18, y hasta 5.000 tripulantes, casi el equivalente a la fuerza aérea de una nación.
La presencia de este buque en la península coreana supone una advertencia contra el régimen de Pyongyang, dejando entrever que Corea del Sur y Estados Unidos reforzarán su sistema conjunto de disuasión ante la amenaza de un nuevo ensayo nuclear.