Fitch, la agencia internacional de valoración, ha anunciado que mantendrá la nota crediticia de Corea del Sur en "AA-" y la previsión de rating en "estable".
La decisión de no alterar su evaluación se atribuye a la buena salud de la economía surcoreana, a los sólidos logros macroeconómicos del país y a la actividad de su sector exportador, que compensan el riesgo geopolítico de Corea del Norte.
No obstante, rebajó la previsión para el producto interior bruto de Corea al 2,6%, 0,4 puntos menos que la estimación anterior.
Fitch explica que el menor crecimiento de la economía mundial afectará a las exportaciones surcoreanas y a las inversiones en equipos y maquinaria, mientras que el sector de chips, que mantendrá su fortaleza a medio plazo, atraviesa un periodo de estancamiento. En todo caso, en general ofreció un pronóstico optimista, al estimar que el consumo doméstico impulsará el crecimiento pese a los altos niveles de deuda.
En cuanto a la inflación, Fitch considera como señal positiva la desaceleración de los precios al consumidor, que tras el 6,3% de julio -el máximo en 24 años- remitió en agosto hasta un 5,7%. Así, sitúa dicha tasa en un 5% para finales de año y en un 1,5% para finales de 2023, por las políticas restrictivas del Banco de Corea.