El portaaviones de propulsión nuclear Ronald Reagan, que abandonó Corea del Sur hace unos días, tras finalizar las maniobras navales conjuntas con las fuerzas locales, regresará a las aguas internacionales al este de la península coreana. El redespliegue de tan potente equipo militar de Estados Unidos en la zona es una medida sin precedentes en la historia de la alianza entre Seúl y Washington.
Según informó el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas surcoreanas, su vuelta a aguas de Corea refleja la firme postura de ambos aliados de contrarrestar firmemente cualquier amenaza de Corea del Norte. El regreso del portaaviones lo decidieron el martes 4 los ministros de Defensa de Corea del Sur y Estados Unidos, en consonancia con el acuerdo previo de los mandatarios de ambos países, de desplegar armas estratégicas estadounidenses en la península coreana cuando la situación lo requiera.
El portaaviones Ronald Reagan, al frente de un grupo de ataque estadounidense, participó en las maniobras marítimas combinadas con las fuerzas surcoreanas durante la semana anterior, del 26 al 29 de septiembre, y posteriormente en un ejercicio antisubmarinos en aguas internacionales del Mar del Este al que se sumó Japón.
Con 103.000 toneladas de peso, dicho portaaviones es referido como "base flotante", pues puede transportar hasta 90 aviones entre cazabombarderos Super Hornet FA-18, aviones de alerta temprana Hawkeye E-2D y cazas adaptados a guerra electrónica EA-18G Growler, además de unos 5.000 efectivos.