La huelga de camioneros continúa y su impacto en la economía empieza a notarse, sobre todo en sectores como la construcción al paralizarse el transporte de cemento.
Pero el Gobierno y el Sindicato de Transportistas de Carga convocaron el lunes 28 la primera ronda de negociaciones, mientras que el Ejecutivo valora emitir una orden ejecutiva para obligarles a volver al trabajo.
Según fuentes del sector, el volumen de entregas de cemento no llega ni al 10% de lo habitual y la actividad de las hormigoneras está casi paralizada, algo que, además de afectar a las obras en curso, arroja pérdidas de más de 46.000 millones de wones hasta la fecha.
Aunque intentan hallar un punto intermedio que lleve a los transportistas a desconvocar la huelga y retomar la normalidad, por el momento existe gran discrepancia sobre el punto clave del paro: la aplicación y el alcance de las tarifas mínimas por flete.