La mayoría de los surcoreanos sigue usando mascarilla aunque el Gobierno ha dejado de considerarla obligatoria, incluido en el transporte público. 

El lunes 20, primer día sin mascarilla en el transporte, había más personas con ella que sin ella en el metro y el bus, en parte por prudencia para prevenir contagios de coronavirus, pero también por el elevado nivel de esmog en áreas urbanas. 

Dos años y cinco meses después de decretar el uso obligatorio y de hasta fijar multas y otras sanciones por incumplimiento, Corea del Sur dijo adiós a la mascarilla obligatoria el lunes 20 en prácticamente todos los ámbitos, al declararla como "no necesaria, aunque sí recomendada" en todo tipo de transportes, incluidos metro, bus, trenes, taxis, aviones y barcos.

Tampoco será obligatorio llevarla en las farmacias ubicadas en establecimientos o grandes superficies, como supermercados, centros comerciales o estaciones de tren y de metro.

Así, los únicos lugares donde el uso de la mascarilla sigue siendo obligatorio a partir del 20 de marzo son hospitales y otros centros médico-sanitarios, instalaciones consideradas vulnerables, como residencias de ancianos o centros de cuidados especializados, y farmacias comunes.

Pero pese a suprimir su obligatoriedad, las autoridades recomiendan, sobre todo entre aquellos de edad avanzada y otros grupos considerados como vulnerables, mantener la mascarilla en el transporte público, sobre todo en caso de viajar en hora punta.

El lunes 20 de marzo Corea del Sur reportó 3.930 contagios de coronavirus, el menor volumen registrado en nueve meses, desde el 27 de junio de 2022.