El miércoles 8, Corea del Sur ha vuelto a reportar más de 2.000 casos intradía de coronavirus.
Concretamente, hasta las 0 horas del miércoles, el país confirmó un total de 2.050 nuevos casos de COVID-19, de los cuales el 73% se concentra en la zona capitalina, con 665 casos en Seúl, 691 en Gyeonggi y 120 en Incheon.
Las autoridades sanitarias prevén que el mes de septiembre será clave para atajar el contagio en el país.
En una reunión sobre COVID-19 celebrada en la mañana del miércoles, el segundo viceministro de Salud y Bienestar, Kang Do Tae exhortó a una máxima prudencia en las próximas cuatro semanas, y pidió estricto cumplimiento de las pautas sanitarias y evitar reuniones sociales, a fin de atajar la cuarta ola de contagios y regresar lo antes posible a la normalización.
En cuanto a la campaña de vacunación, hasta la fecha un 61% de la población recibió la primera dosis, y un 36% completó la pauta.
El Gobierno valora rebajar las pautas de seguridad gradualmente a partir de noviembre, una vez alcanzado el 70% de vacunación, de cara a normalizar las actividades cotidianas.
En cuanto al brote grupal vinculado a un hospital en Daegu, el cual dejó a unos 160 infectados, las autoridades han decidido reforzar las medidas de seguridad en las instituciones médicas.
Concretamente, operarán un sistema de control de acceso computarizado para los asistentes y familiares a cargo del cuidado de los enfermos en hospitales generales, permitiendo el acceso solo a aquellos que tengan un certificado de coronavirus negativo.
Asimismo, valoran reforzar el personal médico-sanitario para la gestión del COVID-19, con base en el resultado de las encuestas en marcha.