El jueves 2, cuatro días después de la instalación de altares fúnebres en los 25 distritos de Seúl, en memoria de las víctimas de la tragedia de Itaewon, las visitas de los ciudadanos continuaron durante todo el día.
Niños, jóvenes, adultos y ancianos rindieron homenaje a los fallecidos, dejando crisantemos y cartas escritas a mano, con el anhelo de que sus almas encuentren el descanso eterno.
Compungidos de dolor, los coreanos expresaron sus condolencias y su deseo de convertir la sociedad coreana en una sociedad más segura, para que nunca vuelva a repetirse incidentes similares a futuro.
También exigieron una mayor responsabilidad al Ministerio de Interior, enfatizando que dicha cartera debe garantizar la seguridad de los ciudadanos en celebraciones sin organizadores concretos, como la de Halloween del pasado sábado, que terminó siendo una noche de terror.
Los altares fúnebres permanecerán abiertos hasta el sábado 5, fecha en la que culmina el periodo de luto nacional decretado en Corea tras la avalancha de Itaewon que provocó la muerte de 156 personas y dejó 173 heridos.
El Ayuntamiento de Seúl ofrecerá apoyo psicológico no solo a los familiares de las víctimas, sino a todos los ciudadanos que se sientan traumatizados por el trágico incidente de Itaewon. Ofrecerán un servicio gratuito de hasta 3 sesiones de terapia psicológica por persona mediante cita previa en unas 200 instituciones psiquiátricas.