Las autoridades sanitarias estiman que la séptima ola de contagios en Corea muestra claras señales de remitir, factor que podría abrir la puerta a dejar de considerar como obligatorio el uso de mascarilla en interiores. 

El miércoles 11 de enero, Corea del Sur reportó 54.343 casos de coronavirus, unos 24.000 menos que la semana anterior, y el menor volumen registrado un miércoles desde finales de octubre de 2022. Estos datos muestran un palpable descenso de contagios, mientras que la tasa reproductiva básica marca 0,9 puntos, nivel que indica el potencial de personas a las que puede contagiar un positivo, es inferior a 1 por primera vez en doce semanas. 

Dichas cifras permiten valorar positivamente la supresión de la obligatoriedad de usar mascarilla en interiores, pues corrobora un menor ritmo de propagación, que con la llegada del frío aumentó exponencialmente, pese a que el riesgo de contagios de covid-19 a nivel semanal mantiene por ahora un nivel intermedio, como refleja el volumen de enfermos graves, pues del 2 al 8 de enero registraron un promedio diario de 597 pacientes, un 2,9% más al registrado la semana anterior.

Ante esta coyuntura, el Gobierno realizará la próxima semana una valoración integral de los principales indicadores de gravedad e impacto de la pandemia en país, para a partir de ahí decidir si retirar o no el uso obligatorio de la mascarilla en interiores. En primer lugar, mantendrá una reunión del comité consultivo de medidas contra crisis por enfermedades infectocontagiosas. Entre los principales indicadores a analizar se incluyen tanto el volumen de nuevos contagios como el de reinfecciones y la tasa de vacunación. 

Por otra parte, y como variable inquietante, emergen los casos importados de China, que el martes 10 presentaron un 14,7% de positivos entre los viajeros que llegaron a Corea procedentes del gigante asiático para estancias de corta duración.