El Gobierno y Kepco, la empresa pública de electricidad de Corea, han decidido subir la tarifa de luz por primera vez en ocho años, desde noviembre de 2013.
Los nuevos precios entrarán en vigor el 1 de octubre y suponen un aumento de tres wones por kilovatio respecto al trimestre anterior, pero estará al mismo nivel que en 2020, pues en enero de 2021 el Gobierno bajó la tarifa tres wones para incluir el coste del combustible para producción eléctrica, mientras que en el segundo y tercer trimestre la congeló, considerando la inflación y la situación económica nacional.
Así, un hogar de cuatro personas que en promedio usa unos 350 kilovatios al mes, verá subir el recibo de la luz hasta 1.050 wones.
Según las autoridades, la subida resulta inevitable ante el encarecimiento del combustible usado para generar electricidad, como gas natural licuado, carbón y otros derivados del petróleo.
Sin embargo, el aumento podría repercutir en otros servicios públicos básicos, y también en los precios al consumidor, que registran subidas de más del 2% desde hace cinco meses, elevando el riesgo de inflación.