El índice del sentimiento del consumidor presenta un nivel inferior a cien puntos por primera vez en un año y cuatro meses. 

Según el Banco de Corea ese índice marca actualmente 96,4 puntos, 6,2 unidades menos que en mayo, mostrando más pesimismo que optimismo entre los consumidores.

El desánimo y la incertidumbre de los consumidores se atribuyen principalmente a la amenaza de la inflación. De hecho, la inflación esperada, dato que refleja los pronósticos sobre subida de precios de aquí a un año, llegó en junio al 3,9%, 0,6 puntos más respecto al mes anterior. Supone el nivel más elevado en diez años y dos meses, desde el 3,9% registrado en abril de 2012 ante una mezcla de factores internos y externos, como el encarecimiento de la canasta familiar en el mercado nacional, la carestía del crudo y de los alimentos, y las complicaciones en la red global de suministros. 

Asimismo, la inflación percibida, que refleja la sensación experimentada por los consumidores sobre la subida de los precios durante los últimos doce meses, registró el mayor aumento de la historia al marcar un 4%, 0,6 puntos más que el mes anterior.

También empeoraron otros indicadores como la previsión de gastos de consumo, el pronóstico sobre intereses, que está en nivel récord ante la política monetaria restrictiva de Estados Unidos y los posibles aumentos adicionales de tipos en Corea del Sur, y el índice adelantado de viviendas, que cayó por debajo de cien puntos -el límite de referencia- ante la disminución del precio de compraventa de apartamentos y la subida de intereses de los préstamos.