Las ciudades suelen engalanarse de cara a la temporada navideña. En Seúl los edificios de grandes almacenes y tiendas de lujo cada año se visten de luces multicolor para animar a los transeúntes. 

Cada año esos enclaves tienen bombillas más brillantes, y pantallas más grandes y de más resolución, pero su coste han disminuido significativamente respecto a otros años al usar dispositivos con mayor eficiencia energética, y al reutilizar materiales y marcos metálicos de años anteriores. 

Asimismo, otras tiendas optan por reducir el tiempo de iluminado navideño para ahorrar energía. Por ejemplo, apagarlas una hora antes cada día durante un mes genera un efecto equivalente a sembrar cincuenta pinos. 

Los responsables de los grandes almacenes Shinsegae, uno de los puntos más populares de Seúl por su iluminación navideña, explican que han elevado hasta un 70% el reciclaje de recursos para decorados usando marcos modulares y chips LED. 

Según informan, la tendencia actual en decoración e iluminación navideña es priorizar el ahorro energético y el medio ambiente, además de la seguridad de los espectadores, aspecto muy presente desde la tragedia de Itaewon. Para evitar situaciones de riesgo, las tiendas habilitaron un sistema de turnos para disfrutar de las luces navideñas, además de contratar más personal de seguridad.