El Gobierno ha explicado que se preparará ante las amenazas norcoreanas reforzando la disuasión ampliada con Estados Unidos - medida que alude a disponer de todos los recursos bélicos de Washington para proteger a Corea ante un ataque nuclear-, después de que Pyongyang se negara abiertamente a abandonar su programa nuclear y promulgara una nueva ley sobre el uso de armas atómicas.

El viceministro de Exteriores, Cho Hyeon Dong, actualmente de visita en Washington para la reunión del Grupo de Consulta y Estrategia sobre Disuasión Ampliada, que se celebra por primera vez en 4 años y 8 meses, avanzó que durante el encuentro debatirán sobre el apoyo nuclear que Washington ofrecería a Seúl ante una hipotética guerra, además de valorar medidas para ampliar sustancialmente el alcance y nivel de la disuasión ampliada. 

Agregó que se esforzará al máximo para que el pueblo surcoreano pueda percibir una ampliación y fortalecimiento de esas medidas, respecto a etapas anteriores.

Ahora la atención se centra en saber si Corea del Sur y Estados Unidos podrán fijar medidas concretas como ha venido pregonando el Gobierno surcoreano, tales como expandir los activos estratégicos nucleares de Washington en la península coreana, de cara a contrarrestar el avance nuclear y balístico de Corea del Norte. 

Asimismo, el viceministro expresó su deseo de que la reunión sobre disuasión ampliada entre Seúl y Washington sirva para impedir que Pyongynag proceda con su séptimo ensayo nuclear. 

La semana pasada, el líder norcoreano Kim Jong Un declaró en una sesión de la Asamblea Popular Suprema que el régimen nunca renunciaría a su programa nuclear, además de establecer criterios para el uso real de esas armas mediante una ley. 

Si bien el Departamento de Estado estadounidense se negó a comentar abiertamente del tema, sí confirmó que durante el encuentro con Seúl discutirían los últimos movimientos de Corea del Norte.

En paralelo a este encuentro, previsto para el día 17 (hora local), el viceministro surcoreano también se reunirá con otros funcionarios de Washington para discutir sobre las ayudas fiscales para vehículos eléctricos.