El martes 27 marca el tercer aniversario de la celebración de la primera cumbre entre el presidente Moon Jae In y el líder norcoreano Kim Jong Un, celebrada el 27 de abril de 2018 en la aldea de la tregua de Panmunjeom. 

Si bien la histórica cumbre intercoreana generó grandes expectativas sobre la desnuclearización y el establecimiento de paz en la península coreana, las relaciones entre las dos Coreas - así como las negociaciones nucleares entre Pyongyang y Washingon- permanecen estancadas, mientras persiste la incertidumbre por otros factores, como la pandemia del COVID-19.

Mientras, la Administración de Joe Biden continúa revisando su política sobre Corea del Norte, factor que enturbia el futuro de las negociaciones nucleares, mientras Moon Jae In se acerca al final de su mandato, debilitando el impulso al proceso de paz. 

La cumbre intercoreana de 27 de abril en 2018 dio un giro a la diplomacia en torno a la península coreana, pues en la declaración conjunta emitida al finalizar, los líderes de las dos Coreas se comprometieron a esforzarse conjuntamente por lograr la desnuclearización de la península de Corea. Tras esta mítica reunión hubo un segundo encuentro entre Moon y Kim, así como dos cumbres entre el entonces presidente estadounidense Donald Trump y el líder norcoreano, además un insólito encuentro tripartito entre los mandatarios de las dos Coreas y Estados Unidos en Panmunjeom, en la frontera intercoreana. 

Sin embargo, Corea volvió a vivir una escalada de tensión tras la fallida cumbre de Hanói entre Corea del Norte y Estados Unidos, celebrada en febrero de 2019. 

El Gobierno surcoreano actualmente intenta recuperar los lazos intercoreanos y también impulsar el proceso de paz en la primera mitad del año, objetivo que muchos consideran complejo, pues Pyongyang permanece en silencio ante las propuestas de cooperación de Seúl, que incluyen apoyo en tratamiento y vacunas contra COVID-19.