los afganos que llegaron a Corea del Sur se dirigirán al Centro de Desarrollo de Recursos Humanos en Función Pública en el distrito de Jincheon en la provincia de Chungcheong del Norte, lugar donde permanecieron en 2020 viajeros chinos procedentes de Wuhan al comienzo de la pandemia.

A diferencia del año pasado, cuando hubo intensas manifestaciones en contra de la llegada de los chinos, esta vez los locales muestran una actitud abierta. Incluso colgaron pancartas con mensajes de bienvenida en las calles alrededor de dicho centro para acoger con hospitalidad a los afganos. Si bien sigue existiendo rechazo entre algunos habitantes, la mayoría, incluidos los líderes comunitarios, decidieron recibir a los afganos por razones humanitarias. Manifestaron que, como pueblo que experimentó la guerra y las adversidades que esta acarrea, no podían ignorar a la gente de Afganistán, que atraviesa por tiempos difíciles.

El Ministerio de Justicia, por su lado, se comprometió a verificar minuciosamente la identidad de los afganos para calmar a aquellos que están preocupados por que aumente la inseguridad en la comunidad local. Asimismo, movilizará a agentes policiales y funcionarios del ministerio para extremar la vigilancia alrededor del centro donde los afganos evacuados se hospedarán temporalmente, durante las próximas semanas.

Allí estarán también un equipo médico y un grupo de funcionarios que ayudarán a los afganos a adaptarse a la vida en Corea.

Una vez finalizado el aislamiento preventivo, las autoridades les permitirán usar habitaciones comunes por familia.