Las elecciones presidenciales del 9 de marzo han sido las menos predecibles de la historia política de Corea del Sur y finalmente, tras una reñida contienda, el candidato opositor Yoon Suk Yeol fue elegido para dirigir el país. 

Nacido en 1960, Yoon estudió derecho en la Universidad Nacional de Seúl y se convirtió en fiscal al aprobar el examen de ingreso en la carrera judicial en su tercer intento. 

Un momento decisivo en su trayectoria fue el caso de manipulación de comentarios en internet por parte del Servicio Nacional de Inteligencia durante el Gobierno de Park Geun Hye, cuando reveló que la autonomía investigadora de la Fiscalía fue objeto de presiones externas que intentaron influir en los resultados. Ahí fue donde adquirió fama de fiscal recto y de mano dura. 

Por ese incidente fue relegado a una oficina regional, pero en 2016 fue asignado como investigador-jefe en el caso de corrupción e injerencia de civiles en temas de Estado, que finalmente desembocó en la destitución de la presidenta Park Geun Hye. Este precedente le permitió llegar al cargo de fiscal general con el actual Gobierno de Moon Jae In, aunque la "luna de miel" fue breve, pues poco después chocó frontalmente con el actual Ejecutivo al investigar a Cho Kuk, entonces ministro de Justicia, y posteriormente protagonizó fuertes conflictos con su sucesora en la cartera Choo Mi Ae, por la reforma de la Fiscalía. 

Ante un giro inesperado, Yoon dimitió como fiscal general en marzo de 2021 y apostó por la política, logrando ser designado como candidato del principal partido opositor Poder del Pueblo. Finalmente, el día 9 de marzo ganó las elecciones, pese a una reñida competencia y a los escándalos surgidos sobre su familia y por declaraciones impropias.