A partir del lunes 25 todos los viajeros que deseen entrar a Corea deben hacerse una PCR durante las 24 horas siguientes a su llegada y no en 72 horas como hasta la fecha, y las autoridades sanitarias recomiendan permanecer en domicilio o alojamiento hasta obtener los resultados. 

La medida refleja el aumento de casos detectados entre viajeros internacionales, con 429 el 20 de julio -el máximo desde que surgió la pandemia- y llega dos meses después de cambiar el Gobierno las pautas preventivas, imponiendo a personas provenientes de otros países PCR en tres días tras pisar territorio surcoreano.

También han vuelto a limitar las visitas a residencias de ancianos y centros de cuidados especializados, salvo visitas sin contacto, mientras que los internos solo podrán salir a consultas médicas. 

El personal de esos centros debe hacerse una PCR por semana, a menos que hayan recibido la cuarta dosis hace menos de tres meses o hayan tenido covid-19 en los últimos 45 días. Anteriormente, las excepciones eran todos aquellos completamente vacunados, con más de dos dosis hasta un segundo refuerzo, o que padecieron covid-19, independiente del tiempo transcurrido.

Desde que la variante BA.5 predomina en Corea del Sur, solo en julio reportaron 18 casos de contagios en grupo en asilos, seis en centros de cuidados, cinco en instalaciones para discapacitados y tres en hospitales psiquiátricos.