Las fuertes lluvias que azotan el sur de China derivan del frente monzónico que visitó la península coreana la semana anterior. Tras separarse, una parte del frente perdura actualmente en Japón, mientras que la otra está sobre China, dejando lluvias torrenciales por influjo de la baja presión atmosférica. 

En tanto, Corea del Sur afronta estos días una fuerte ola de calor, fruto del viento del sudoeste dejado por un ciclón. 

Según las previsiones, el calor bochornoso persistirá por unos días, ante la continua llegada de aire cálido y húmedo del sur, al que se suman los fuertes rayos del sol durante el día. 

No obstante, el verdadero calor se espera al acabar el monzón, pues la península recibirá la influencia directa del anticiclón del Pacífico Norte y una fuerte expansión del anticiclón tibetano. 

Eso implica que tanto la capa superior como inferior de la atmósfera podrían recibir un calor abrasador y transformarse en una gigantesca "cúpula de calor".

Una cúpula de calor es una zona con altas presiones que se crea sobre una región y funciona como una "tapa sobre una olla", que atrapa el calor y lo mantiene.

El año 2018 registró la ola de calor más prolongada en la historia de Corea del Sur, que provocó la muerte de 48 personas.  

Pero este año se prevé una la ola de calor más prolongada, ante los retrasos y la brevedad de la temporada de lluvias.