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Varias organizaciones conformadas por empresas privadas de Corea del Sur con inversiones en proyectos de cooperación intercoreana manifestaron esta semana que están dispuestas a enviar ayuda a los norcoreanos, que atraviesan dificultades por la pandemia y por las consecuencias de lluvias e inundaciones. En este contexto, se ha dado a conocer que desde el Ministerio de Reunificación también valoran proporcionar asistencia humanitaria a Corea del Norte, dando lugar a especulaciones sobre cómo podrían repercutir tales movimientos en el futuro inmediato de las relaciones intercoreanas tras la restauración de las líneas de comunicación directa.

En primer lugar, muestra disposición de ayudar a los norcoreanos el sector privado, especialmente los empresarios que realizan negocios vinculados al intercambio y la cooperación económica intercoreana. Al respecto, el Comité de Promoción de  Cooperación Económica Intercoreana dio a conocer que el día 4 activó una campaña para recaudar fondos y que planea enviar ayuda a Corea del Norte. 

El Ministerio de Reunificación, por su parte, valora ofrecer 10.000 millones de wones para programas de asistencia humanitaria a los norcoreanos, a cargo de organizaciones civiles. Este apoyo, según fuentes, será financiado con el Fondo de Cooperación Intercoreana y llegará a unas veinte entidades.

Sin embargo, se ignora si el régimen de Pyongyang aceptara recibir tales ayudas, considerando la clara negativa manifestada por el líder norcoreano Kim Jong Un durante el congreso del Partido de los Trabajadores a comienzos de año y también en verano de 2020, cuando rechazó la oferta de asistencia tanto de organismos internacionales como del Gobierno surcoreano a los damnificados por las lluvias. 

Actualmente, Corea del Norte atraviesa severas dificultades por el COVID-19, el cierre de fronteras y los daños ocasionados por lluvias e inundaciones el año pasado, situación que incluso Kim Jong Un reconoció recientemente en público. Además, la crisis alimentaria se agrava en ese país por la ola de calor y la subsiguiente sequía de julio, y también por los pronósticos de lluvias torrenciales para agosto.