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La Tercera Comisión de la Asamblea General de Naciones Unidas adoptó un año más una resolución sobre derechos humanos norcoreanos. La novedad es que, por primera vez en cuatro años, Corea del Sur figura entre los promotores, además de la mención que hace el texto de dos casos específicos que involucran a Corea del Sur: el asesinato de un funcionario surcoreano por disparos de soldados de Corea del Norte en el Mar del Oeste en el año 2020 y la polémica repatriación de dos marineros norcoreanos en 2019. 

La resolución fue aprobada por unanimidad sin necesidad de votación, reflejando el consenso de los países de la ONU al condenar los ataques contra los derechos humanos que tienen lugar en Corea del Norte de forma amplia y sistemática, al tiempo de exigir medidas para mejorar la situación. La resolución fue adoptada por decimoctavo año consecutivo y se presentará ante el pleno de la Asamblea General en diciembre.

Sobre los mencionados casos relacionados con Corea del Sur, la resolución incluye un nuevo párrafo a sugerencia del Gobierno surcoreano y de los familiares de la víctima del asesinato en el Mar del Oeste, instando a Pyongyang a exponer de modo transparente los datos de afectados o instituciones vinculadas. Y en cuanto a la repatriación de marineros norcoreanos, enfatiza que nadie - especialmente los norcoreanos repatriados- debe ser objeto de torturas, ejecuciones arbitrarias, desapariciones o cualquier otro tipo de trato injusto. 

Además, aboga por el libre acceso de organismos internacionales de programas humanitarios a territorio norcoreano, considerando las duras restricciones que impone la pandemia. 

En otro aspectos, la resolución reitera el contenido de años anteriores y enumera como ataques más graves contra los derechos humanos en Corea del Norte la tortura, la detención arbitraria, la violencia sexual, los campos de concentración para presos políticos, las desapariciones, el trato a repatriados, las limitaciones a las libertades de expresión, pensamiento, religión, asamblea y movilidad, y también de los derechos económicos, sociales y culturales de la población. También menciona los abusos contra los derechos de niños, mujeres y discapacitados. 

Finalmente, recomienda establecer sanciones adicionales contra los máximos responsables y llevarlos ante el Tribunal Penal Internacional, apuntando indirectamente al líder supremo de Corea del Norte, Kim Jong Un.