El sexto ensayo nuclear de Corea del Norte ha elevado a un nivel máximo la tensión en la península coreana y ante esta situación aumentan las opiniones a favor de redesplegar armas nucleares tácticas en Corea del Sur. No obstante y como en todo, existen grupos a favor y en contra. Los primeros alegan que la presencia física de armas nucleares en Corea del Sur disminuirá las posibilidades de guerra; mientras que los segundos afirman que solo provocará una carrera armamentística.
Aquí es importante aclarar que “redesplegar” implica introducir de nuevo en territorio surcoreano las armas nucleares tácticas que Estados Unidos retiró del país en 1991, al declarar la desnuclearización de la península coreana. Es la opción que más apoyo ha ganado recientemente, en particular tras el último ensayo nuclear norcoreano, sobre otras alternativas como la posesión por parte de Corea del Sur de un arsenal nuclear propio.
En esto, los especialistas que están a favor del redespliegue presentan los siguientes argumentos para respaldar su postura. Uno, que la declaración de desnuclearización hecha en el pasado por las dos Coreas ha perdido valor con el programa de desarrollo nuclear de Corea del Norte, y por ende, no puede ser un impedimento para reinstalar armas nucleares tácticas en Corea del Sur. Dos, que por mucho que el Sur acate esa declaración, lo más factible es que Kim Jong Un nunca renuncie a su ambición nuclear. Ante este panorama, la única vía que queda es -aunque sea lamentable- crear un “equilibrio del terror” para contrarrestar las amenazas nucleares del Norte con la misma moneda, y forzar a Pyongyang a volver a la mesa de negociaciones. Y tres, que redesplegar armas nucleares en la península coreana podría servir como medio de presión más efectivo para estimular a China, que siempre se muestra un tanto pasivo al aplicar las sanciones contra Corea del Norte.
Quienes están en contra, por su parte, enfatizan que las armas nuncan podrán ser la solución a la crisis de la península coreana, ya que la paradoja de las armas es que por mucho que se diga que están allí por precaución y sirven para mantener la paz, lo único que provocan es una carrera armamentística cada vez más intensa entre las naciones. Dicho esto, los especialistas que rechazan redesplegar armas nucleares tácticas en Corea del Sur avanzan que esta medida abrirá la caja de Pandora y desatará una nueva carrera armamentística en esta parte del mundo, llegando a un desenlace atroz: la división perpetua de la península en dos Coreas armadas con bombas y misiles nucleares.