El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas adoptó el lunes 11 una nueva resolución contra Corea del Norte, la número 2375, para imponer medidas restrictivas adicionales por el ensayo nuclear que realizó ese país el 3 de septiembre.
Principalmente, destaca la aprobación de una resolución tan solo nueve días después de la prueba atómica, algo casi sin precedentes, ya que en casos similares el Consejo de Seguridad de la ONU solía tardar meses en llegar a una conclusión. Asimismo llama la atención que la ratificación haya sido unánime, aún con el visto bueno de China y Rusia, que siempre secundaron en la esfera internacional a Corea del Norte.
La resolución 2375 es la novena que adopta el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas contra Corea del Norte y la tercera de este año. Si bien comprende sanciones endurecidas respecto a las ya existentes, fueron excluídas en el curso de debate las dos medidas centrales que Estados Unidos proponía en el borrador inicial: bloquear el suministro de crudo a Corea del Norte y aplicar sanciones particulares a Kim Jong Un y a su hermana Kim Yo Jong.
En cambio, la resolución finalmente avalada por los estados-miembro del Consejo de Seguridad de la ONU limita los suministros de crudo a Corea del Norte a 4 millones de barriles anuales y los de productos refinados de petróleo a 2 millones de barriles. Esto significa que las importaciones de petróleo y derivados de Corea del Norte disminuirán un 30% respecto al nivel actual, pues se calcula que anualmente dicho país importa unos 4 millones de barriles de crudo y unos 4,5 millones de barriles de refinados de petróleo de China y Rusia.
Mientras, las exportaciones norcoreanas de prendas de vestir y otros productos textiles serán prohibidas completamente, al considerar que son -junto con el carbón- los principales bienes del comercio exterior de ese país. Al respecto cabe saber que tras quedar bloqueadas las exportaciones de carbón, aumentaron los envíos al exterior de ropa y textiles, tanto que fueron los productos más vendidos por Corea del Norte a China en el primer semestre de 2017.
Otra medida importante es la que restringe las contrataciones internacionales de trabajadores norcoreanos, consideradas como la principal fuente de obtención de divisas por parte de Pyongyang. Específicamente, la nueva resolución de la ONU estipula que toda nación deberá obtener de antemano la autorización de la comisión de sanciones contra Corea del Norte, dependiente del Consejo de Seguridad, para emplear a trabajadores norcoreanos. Además, prohíbe la renovación de los contratos ya existentes.
Se estima que con estas y otras sanciones, claramente más fuertes que las adoptadas en el pasado, será posible reducir unos 1.000 millones de dólares las divisas que Corea del Norte obtiene al año exportando bienes textiles y enviando trabajadores al exterior. Sin embargo y como siempre, para que estas medidas surtan el efecto esperado, es crucial la cooperación de China y Rusia.