Esta semana, antes de la llegada del presidente estadounidense Donald Trump a Seúl, el Gobierno surcoreano anunció la inclusión adicional de 18 particulares norcoreanos en su lista de sanciones independientes. De esta forma, el número de instituciones y ciudadanos norcoreanos sancionados por Corea del Sur aumentó respectivamente a 69 y 97.
Específicamente, la lista fue ampliada el lunes 6, siendo los nuevos sancionados todos representantes de bancos norcoreanos en el exterior, como el Banco Daesong, el Banco de Desarrollo de la Unificación de Corea, el Banco de Comercio Exterior, el Banco Internacional Ilsim y el Banco Dongbang. 14 de ellos trabajaban en China, 2 en Rusia y otros 2 en Libia, al tiempo de intervenir en la obtención de fondos para el desarrollo de armas de destrucción masiva.
La lista de sanciones independientes de Corea del Sur contra el Norte se elaboró tras el cuarto ensayo nuclear de Pyongyang de marzo de 2016. Entonces figuraban en ella 40 particulares y 30 entidades. Más tarde, en diciembre de ese mismo año, la lista se alargó como contramedida tras la quinta prueba atómica del Norte, con la adición de 36 ciudadanos norcoreanos y 35 instituciones. Sin embargo, cabe tener en cuenta que estas sanciones independientes son más bien simbólicas y no tienen casi efectos reales, dado que el Gobierno surcoreano viene prohibiendo todo tipo de intercambio con Corea del Norte desde 2010, conforme a las medidas del 24 de mayo establecidas tras el hundimiento de la corbeta Cheonan. En otras palabras, como de por sí no existen de momento ni transacciones financieras intercoreanas ni entidades o particulares norcoreanos que tengan activos en el Sur, esas sanciones -que primordialmente imponen un bloqueo financiero- carecen de impacto real.
Pero esto no resta importancia al anuncio hecho esta semana por las autoridades de Seúl, pues aunque meramente simbólica, la ampliación de la lista de sanciones independientes es significativa al ser un gesto de Corea del Sur para expresar que sincronizará sus pasos, tanto con Estados Unidos, como con el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en el bloque financiero contra el régimen de Pyongyang. De hecho, los 18 particulares a los que el Gobierno surcoreano decidió sancionar adicionalmente esta vez están incluidos ya en las listas negras de Washington y también de la ONU. Al respecto, un alto cargo del Ministerio de Exteriores de Corea del Sur comentó que la reciente ampliación de la lista de sanciones independientes contra Corea del Norte ayudará a limitar la obtención ilícita de fondos por parte de ese país, además de sensibilizar a la comunidad internacional sobre el peligro de realizar transacciones con entidades o personas vinculadas con el régimen de Pyongyang, e intensificar los esfuerzos globales por un cabal cumplimiento de las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.