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El presidente estadounidense Donald Trump envió una carta al dirigente norcoreano Kim Jong Un, ofreciendo ayuda en la lucha contra el COVID-19, poco después del intercambio de mensajes que hubo entre los líderes de las dos Coreas al respecto. Ante estos movimientos, surge la pregunta de si la crisis sanitaria actual podría representar una oportunidad para limar asperezas en el proceso de negociación nuclear.

Sobre la carta de Trump, cabe destacar que su contenido sintoniza con la declaración del secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo del 18 de marzo, cuando afirmó haber propuesto a Corea del Norte e Irán el envío de asistencia humanitaria para  combatir el coronavirus. Ante ese ofrecimiento Pyongyang mostró una reacción relativamente positiva, como puede apreciarse en el comentario del día 22 de Kim Yo Jong, vicepresidenta del Comité Central del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte y hermana menor de Kim Jong Un. Entonces, Kim expresó que el líder norcoreano y el presidente estadounidense mantienen una relación firme y especial, pero solo la buena sintonía entre ambos líderes no permitía predecir cambios en el diálogo entre Pyongyang y Washington, al ser un tema separado de la buena relación personal entre ambos mandatarios.

La declaración de Kim Yo Jong deja entrever que Corea del Norte separa las negociaciones nucleares de la amistad personal entre Trump y Kim Jong Un. Aún así, la sola alusión en público a la carta de Trump refleja que Kim Jong Un está interesado en la oferta del presidente estadounidense, dejando entreabierta la posibilidad de que la cooperación en la lucha contra el coronavirus ayude a romper el hielo entre Pyongyang y Washington.

Y la misma previsión podría servir para las relaciones intercoreanas, considerando el intercambio de cartas entre Kim Jong Un y el presidente surcoreano Moon Jae In.

En cuanto a las relaciones entre Seúl y Washington, el último vértice en el triángulo de cooperación entre Corea del Sur, Corea del Norte y Estados Unidos, cabe destacar que existe la determinación entre sus líderes de colaborar en la lucha contra la pandemia del COVID-19. Es más, por ahora existe la esperanza de que el Gobierno estadounidense, en base a la confianza que mantiene con Corea del Sur, relaje las sanciones contra el régimen de Pyongyang y permita el envío de equipamiento médico y productos sanitarios surcoreanos a Corea del Norte, acción que podría ayudar a relajar el ambiente de cara al diálogo nuclear.