Las dos Coreas ya tienen fecha para la cumbre intercoreana, que será la tercera en organizarse después de la de junio de 2000 y la de octubre de 2007, en las que los entonces presidentes surcoreanos Kim Dae Jung y Roh Moon Hyun -respecitvamente- se encontraron con el ya difunto dirigente norcoreano Kim Jong Il.
La fecha para la cumbre fue decidida en la reunión intergubernamental de alto nivel entre Seúl y Pyongyang, celebrada el jueves 29, donde representantes de las dos Coreas programaron la tercera cumbre intercoreana entre el mandatario surcoreano Moon Jae In y el líder norcoreano Kim Jong Un para el 27 de abril. También acordaron organizar el encuentro en la Casa de la Paz, ubicada en el lado sureño de la zona fronteriza de Panmunjeom, lo que significa que Kim Jong Un se convertirá en el primer dirigente de Corea del Norte en cruzar la frontera y pisar territorio surcoreano después de la división nacional. Sin embargo, la coordinación de los detalles pormenorizados se postergó a una siguiente reunión ejecutiva, pero sin rango ministerial, quedando pendiente el establecimiento de los procedimientos protocolarios a seguir, las medidas de seguridad y la cobertura del acontecimiento.
Otro elemento que queda por decidir es la agenda de la cumbre con los temas que abordarán los líderes, pues los delegados de Seúl y Pyongyang no pudieron llegar a un consenso en esta reunión de alto nivel. Al respecto, la postura del Gobierno surcoreano es que está abierto a todo, si bien ya propuso incluir en la agenda de la cumbre la desnuclearización, la solución de la tensión militar, el arraigo de la paz perpetua en la península y el progreso de las relaciones intercoreanas.
Sobra decir sin embargo, que el tema más polémico es -como es fácil imaginar- la desnuclearización; más concretamente las etapas y los métodos que Corea del Norte deberá seguir para detener el desarrollo nuclear, y las compensaciones que otros países estarían dispuestos a darle a cambio. La postura manifestada por Kim Jong Un al respecto durante su reciente viaje a China, es que sí tiene voluntad de desnuclearizarse; eso sí, desea llevar a cabo las tareas pertinentes de manera gradual y recibir las compensaciones debidas también por fases. En cambio, Estados Unidos insiste en el “método al estilo libio”, que consiste en desnuclearización primero, compensación después. Corea del Sur que está en medio, por su lado, opina que serán difíciles tanto el método libio, como la desnuclearización y compensación sincronizadas. Pues la forma más viable, según el Gobierno surcoreano, es que primero se establezca un acuerdo que ponga el marco general para la desnuclearización, para luego avanzar en la tareas más específicas.