Estados Unidos cuenta con un nuevo enviado especial para los derechos humanos en Corea del Norte después de que dicho cargo permaneciera vacante durante seis años. 

La persona designada al puesto por el presidente Joe Biden es Julie Turner, directora para Asia-Pacífico en la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo del Departamento de Estado durante 16 años, y previamente directora para el Sureste Asiático del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. 

El enviado especial para los derechos humanos norcoreanos del Departamento de Estado estadounidense tiene rango de embajador. El cargo fue creado en virtud de la Ley sobre los Derechos Humanos en Corea del Norte, en vigor desde octubre de 2004, y es nombrado con el aval del Senado. Una de sus principales misiones es intervenir para el establecimiento y una adecuada ejecución de las políticas de Washington sobre derechos humanos norcoreanos. 

Su predecesor fue Robert King, que ejerció como enviado especial desde noviembre de 2009 hasta enero de 2017.

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