31º JJOO de Río de Janeiro

Lágrimas y risas y nuevamente lágrimas. Esta sucesión de llanto y risas le sobrevino a la levantadora de pesas surcoreana Yoon Jin Hee en la categoría de 53 kilos de halterofilia femenina de los presentes JJ.OO de Río.

Lágrimas primero, al ver que su rival china Li Yajun le aventajaba por mucho, al terminar la prueba de arrancada levantando 101 kilos, imponiendo un récord olímpico que le dio quizás demasiada confianza para la segunda parte de la competición, en la que lamentablemente falló en sus tres intentos.

Risas, porque al quedar eliminada la china, Yoon Ji Hee pasó automáticamente a la tercera posición, colgándose la medalla de bronce, sumando así su segundo logro olímpico tras haberse consagrado como subcampeona en los anteriores JJ.OO. de Beijing 2008. Y nuevamente lágrimas al recordar ese tiempo, los 8 años que tardó para volver a competir en el escenario olímpico.

Yoon Jin Hee es una halterofilista que dio a conocer su nombre a lo largo y ancho del mundo colgándose la medalla de plata en Beijing 2008. Su carrera como levantadora de pesas iba viento en popa hasta que un día, de repente, perdió la pasión por este deporte y su sueño de repetir su triunfo en Londres 2012 se desvaneció por completo. Meses antes de la celebración de dichas olimpíadas, Yoon declaró su retiro oficial. Poco tiempo después contrajo matrimonio con Won Jeong Sik, levantador de pesas del equipo nacional masculino y en 2015 regresó al mundo de la halterofilia para competir nuevamente en representación de Corea.

Pero mientras se preparaba para los presentes JJ.OO. de Río le sobrevino otro bajón. A fines del 2015 sufrió una seria lesión en el hombro que le llevó casi a desistir de su participación olímpica. Sin embargo, su entrenadora y su esposo se mantuvieron firmes y le alentaron a seguir adelante, depositando toda su confianza en ella. Gracias a ellos, y en particular a su esposo, que le volvió a encaminar por el mundo del levantamiento de pesas, Yoon Jin Hee realizó un brillante desempeño y sus frutos se vieron reflejados en la reciente competición, en donde levantó 88 kilos de arrancada y 111 kilos en dos tiempos, sumando así 199 kilos en total.

En realidad, como su esposo Won Jeong Sik también competirá el 10 de agosto (hora de Corea) en la categoría masculina de los 69 kg, Yoon le había ‘prohibido’ acudir al sitio de la prueba, para no afectarle negativamente, pues temía que la tensión y los resultados que obtuviera ella en el certamen pudieran ser un desgaste emocional para su marido. No obstante, él hizo caso omiso de sus palabras se presentó en el Pabellón 2 de Riocentro, donde tuvo lugar la competición de la categoría femenina de los 53 kgrs. De haberle hecho caso, confiesa Won, se habría perdido uno de los mejores momentos de su vida: ¡el triunfal regreso de su esposa al escenario olímpico!