El presidente de Corea del Sur, Moon Jae In resaltó el día 5 que el deporte no solo supera las barreras politicas e ideológicas, sino que el intercambio y la comunicación que genera son sinónimo de paz.

En un dicurso que ofreció el mismo día en el Gangreung Art Center, con motivo de la 132ª Asamblea General del COI, el jefe de Estado dijo que hace apenas dos meses muchos países temían por la seguridad de los JJOO de PyeongChang y que la participación norcoreana o la formación de un único equipo intercoreano parecían algo imposible de lograr. Señaló que, no obstante, están a pocos días de inaugurar unos juegos pacíficos y seguros, y se preguntó si no es algo maravilloso.

Puntuliazó que un mensaje de reconciliación y de paz comienza en esta parte del globo, en un país dividido y una tierra con heridas de guerra. Enfatizó que confía en que esa verdad traiga alegría a los coreanos y a toda la humanidad que ama la paz.

Por su parte Thomas Bach, presidente del COI, dijo que las Olimpadas traerán verdadera esperanza a la península coreana y supondrán un nuevo comienzo. Señaló que las dos Coreas han abierto sus puertas a un diálogo pacífico con motivo de los juegos y que el espíritu olímpico ha hecho abandonar la desconfianza y el odio.

Al encuentro asistieron más de 900 personas, entre integrantes del COI y representantes de diversos sectores de Corea del Sur.