Nueva generación de las Olimpíadas no pierde jovialidad
2018-02-15

PyeongChang al Día


En medio de los Juegos Olímpicos de Invierno, brillan la jovialidad tanto de los deportistas y como de los coreanos común y corrientes, que han hecho de este evento una verdadera fiesta invernal digna de ser disfrutada. A diferencia del pasado, se observa un ambiente totalmente nuevo en donde se valoran el esfuerzo y el sudor de los atletas, independientemente de si consiguen o no una medalla olímpica.
Hasta hace unas décadas, la participación en los eventos deportivos mundiales representaba una gran carga para los deportistas coreanos, quienes debían sobrellevar la difícil misión de demostrar su patriotismo a través de su desempeño deportivo. Tal era así que, en 1954 la selección surcoreana de fútbol incluso hizo un juramento ante el entonces presidente Rhee Syng Man, de que optarían por morir ahogados en el Estrecho de Corea si no derrotaban al equipo japonés en la competencia preliminar de la Copa Mundial de Suiza. Asimismo, en 1982, el boxeador profesional coreano Kim Deuk Gu declaró que no saldría vivo si perdía en el combate por el título mundial de los pesos ligeros, hecho que se hizo realidad al fallecer por las lesiones sufridas durante la pelea. Es decir, los certámenes internacionales estaban lejos de ser un evento mundial lleno de alegría y diversión.
No obstante, en esta edición de PyeongChang se ha atestiguado que los tiempos han cambiado y con ello también la mentalidad y la actitud de los deportistas surcoreanos. La nueva generación da mayor importancia al mero hecho de poder participar en un evento tan importante como lo son las olimpíadas y priorizan, ante los resultados, la satisfacción personal y, por supuesto, el esmero que han puesto en cada actuación: una actitud que les permite mantenerse joviales y optimistas ante cualquier situación.
La patinadora surcoreana Min Yu Ra, por ejemplo, aun sufriendo un percance con su vestuario en pleno ejercicio artístico, no perdió el buen sentido del humor y bromeó que para la próxima actuación pondría mayor atención en la costura de su vestido. En el caso del patinador de pista corta Seo Yi Ra, tuvo que admitir su derrota en las semifinales de 1.500 metros, por tan solo 0,002 segundos de diferencia, pero aun así no perdió la sonrisa y se comprometió a realizar un mejor desempeño en la próxima competición. En tanto, Park Seung Hi, ex-patinadora de pista corta y actual patinadora de velocidad, es también muy reconocida por su jovialidad, quien desde las olimpiadas de Sochi no se ha cansado de defender a la inglesa Elise Christie, quien se ha convertido en el blanco de las críticas de los coreanos, al hacer caer a la surcoreana Park en la competición de 500 m.
Así como las nuevas generaciones de deportistas, los espectadores y los voluntarios jóvenes también tienen su protagonismo en el desarrollo exitoso de este certamen deportivo, ya que unidos por la gran pasión al deporte, animan y apoyan cada esfuerzo de los atletas, convirtiendo los Juegos Olímpicos de PyeongChang en una verdadera fiesta atlética, en donde priman la paz, la armonía y la alegría.

(Photo : Yonhap)
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