La artista con sede en California, Jennifer Linley Taylor, escuchó de su padre numerosas historias del país donde él nació y la casa en la que pasó su infancia, que su familia bautizó con la palabra en sánscrito Dilkusha para referirse a ella como “Palacio de los placeres del corazón”. Las últimas palabras que su padre dejó antes de morir fue que deseaba volver a ese país que le vio nacer y crecer: Corea. Y como una manera de respetar su voluntad, Jennifer Linley Taylor donó a Corea los objetos y los documentos que su padre atesoró en vida y que pertenecieron a sus abuelos, Albert y Mary Taylor.

Dilkusha fue la casa de Albert y Mary Taylor. En esa casa, la pareja presenció la lucha y los esfuerzos del pueblo coreano por recuperar la soberanía nacional y la libertad. Albert, en particular, cumplió un papel fundamental en la difusión de la Declaración de independencia del Primero de marzo al mundo exterior, escribiendo reportajes al respecto como corresponsal de una agencia de noticias extranjera.

Así, Dilkusha fue también testigo de esa historia: la historia sobre los años que Albert y Mary Taylor vivieron en Seúl, así como la historia del fervor independentista de los coreanos, que aún en los tiempos más difíciles no se dejaron vencer por el dolor y la desesperación.

Photo : SEOUL MUSEUM OF HISTORY