Hoy día ya nadie piensa que el cuidado de la piel es sólo cosa de mujeres. El fenómeno de los hombres que se interesan por la moda y la cosmética es cada vez más notorio. De ahí nace la tendencia del “grooming”, que significa “acicalarse” en inglés. Se considera “groomers” a los hombres que no dudan en invertir su tiempo y su dinero en arreglarse, cuidarse el cutis y el pelo y comprarse ropa.



Dicen que fue la crisis económica lo que impulsó a los hombres a interesarse por la moda y la cosmética. El fenómeno comenzó en el año 2000, después de la crisis de divisas de los años 97-98. Entonces comenzó a cundir la idea de que si los hombres no cuidaban de aspecto exterior, perdían competitividad. En otras palabras, los hombres comenzaron a arreglarse para no perder puestos en la supervivencia social. Pero la influencia de los medios de comunicación también es importante; ya que construyen la imagen del hombre ideal; que actualmente ya es el que destila una masculinidad salvaje, sino aquel que cuida su apariencia como un dandy. Los hombres que protagonizan las telenovelas de hoy en día ya no son los hombres duros y salvajes de antaño. En su lugar, son hombres de rasgos definidos, pero suaves, vestidos como modelos y con un cutis tan cuidado como el de las mujeres.



Tanto para conseguir un buen trabajo y como para acaparar la atención de las mujeres, es preciso dar una buena impresión, por ello los hombres han empezado a cuidarse. A la vez, el mercado que más se ha desarrollado de esta tendencia es el de la cosmética masculina. Antes los cosméticos para hombres en el mercado estaban contados; pero ahora se han multiplicado tanto los productos como los propósitos y funciones que el mercado de la cosmética masculina ofrece, que equipara al de las mujeres. Según el organismo inglés Euromonitor, los hombres coreanos ocupan el puesto número uno del mundo en materia de consumo de productos cosméticos. Comienzan preocupándose por el cutis y el pelo, y poco a poco van extendiendo su interés en el modo de vestir y al físico. Así, una cosa lleva a la otra y poco a poco, sin darse cuenta, caen en las redes del “grooming”.



Según confirman, esta tendencia se ha instalado definitivamente y en lugar de diluirse o perder fuerza, se está expandiendo rápidamente a toda la sociedad masculina. Vivimos en la era de los “groomers”, hombres que saben cuidar de su apariencia exterior. Cada vez son menos los que critican este fenómeno, con argumentos de escasa masculinidad o mucha femineidad. Más bien al contrario, la sociedad actual considera que un hombre completo es que aquel que demuestra lo que vale, también en el cuidado de su aspecto exterior.