Nos hallamos en una de las librerías más grandes de Seúl. El stand que mayormente acapara la atención del público estos días es el dedicado al almirante Yi Sun Sin. Un renovado interés por dicho almirante se desató por la película “Corrientes rugientes”, actualmente la película más vista en Corea; que también está estableciendo récords jamás alcanzados en el país. Para empezar, se ha convertido en la película vista por más personas en menor tiempo.



Ninguna otra película ha atraído a tantos espectadores en el día de su estreno, pues fue vista por 687.000 personas. Al día siguiente, se alzó con el récord de ser la producción más vista en un día entre semana con 700.000 espectadores. Y al día siguiente rompió su propio récord con 860.000 espectadores entre semana. Por si esto fuera poco, posteriormente pulverizó el récord de mayor número de entradas vendidas en un solo día con 1.220.000 espectadores. La película ya ha sido vista por más de 15 millones de personas y se espera que sobrepase el tope nunca alcanzado de 20 millones de espectadores. Pero… ¿Qué tiene esta película para producir tanto furor en la sociedad coreana? La respuesta está en la serie de incidentes desafortunados que hubo en Corea, que sacudieron muy fuerte a la sociedad, llevándola a una situación casi de depresión colectiva. Y si bien los coreanos sienten miedo e incertidumbre ante el futuro, el almirante Yi Sun Sin resurge en la película mostrando la forma de transformar el miedo en valentía, para así superar las adversidades. La batalla naval de Myeongnyang, que precisamente significa “Corrientes rugientes”, corresponde a la segunda etapa de la invasión japonesa de 1592. En la Corte había ministros que envidiaban la fama del almirante Yi Sun Sin, quien guardaba eficazmente las costas de los invasores japoneses. Pero sufrió un complot y sus autores le acusaron ante el rey de traición, por lo que el almirante fue degradado a un cargo ínfimo.



El oficial que reemplazó al almirante en el cargo de comandante en jefe de las fuerzas navales de Joseon, fue derrotado por una armada japonesa envalentonada por la ausencia del almirante, mientras avanzaba con una poderosísima flota para atacar la capital misma del reino. Atemorizados ante esta perspectiva, los miembros de la Corte de Joseon, volvieron a nombrar al almirante Yi Sun Sin como comandante en jefe de las fuerzas. El 16 de septiembre de 1597 se produjo la increíble –por no decir milagrosa- batalla de Myeongnyang, pues con sólo 12 barcos el almirante Yi Sun Sin derrotó a toda una flota japonesa compuesta de nada menos que por 330 naves. El almirante Yi Sun Sin se puso al frente de su nave y lideró la carga. Mientras tanto, los otros once barcos se quedaron en la retaguardia, temerosos de lo que parecía una muerte segura. Sin embargo, ocho horas después, el almirante ganó el combate de forma decisiva, sin perder ni uno solo de sus barcos.