El pasado 6 de agosto se realizó el significativo estreno de una película de animación en un pequeño cine independiente de Jeongno en Seúl. Tres relatos representativos de la literatura coreana: “Cuando florece el alforfón” de Lee Hyo Seok, “Un día de suerte” de Hyeon Jin Geon y “Primavera, primavera” de Kim Yu Jeong, han sido convertidos en las animaciones que se presentaron ese día. “Cuando florece el alforfón”, que se publicó en 1936, refleja el paisaje de las aldeas Pyeongchang, en la provincia de Gangwon, donde nació su autor, el escritor Lee Hyo Seok, y habla de la sufrida vida de los comerciantes itinerantes de feria. El deslumbrante paisaje de las blancas flores de alforfón cubriendo los campos fue convertido en el telón de fondo de la animación.



Para crear un campo de alforfones florecido que reverbera espléndidamente bajo la luz de la luna, el director usó una técnica de animación manual de dos dimensiones, ya que las técnicas 3 dimensiones o digitales no podrían reproducirlo igual por mucho que usen efectos y colores especiales. El relato “Primavera, primavera” de Kim Yu Jeong se desarrolla en una aldea rural de 1935. Un hombre mayor contrata a un joven con la promesa de que lo casará con su hija y lo somete a toda clase de trabajos duros. El supuesto futuro suegro se aprovecha de su supuesto yerno durante más de tres años, pero siempre le da largas y la prometida boda nunca se cumple. Viéndose engañado, el yerno se lamenta de su suerte entonando un pansori, que es el género tradicional que mejor expresa la amargura, la manera de ser y las emociones de los coreanos. Si “Cuando florece el alforfón” y “Primavera, primavera” tratan de amores juveniles y paisajes de ensueño, “Un día de suerte” retrata la dura vida de la gente pobre de la ciudad en la época de la dominación colonial japonesa. Publicado en 1924, el relato “Un día de suerte” comienza con las preocupaciones de un hombre que se gana la vida transportando a gente en un vehículo a tracción humana. Hace ya más de diez días que su mujer está postrada por una enfermedad desconocida. Él ni siquiera gana el suficiente dinero para comprar sus medicinas.



Ese día de suerte, su esposa le pide que no salga a trabajar y se quede a su lado, pero en vez de hacerle caso, el marido se enoja. Es un día nublado y hasta caen copos de nieve, pero, cosa rara, ese día de suerte, no le faltan los clientes durante toda la jornada. Al final de ese día de inusitada buena suerte, su mujer ha muerto sola sin nadie a su lado. Los tres relatos “Cuando florece el alforfón”, “Primavera, primavera” y “Un día de suerte” retratan la vida y el sentir de los coreanos durante los duros años de la dominación japonesa. Con dibujos hechos trazo a trazo de forma artesanal, esta animación insufla vida a estos relatos representativos de la literatura coreana y proporciona temas para compartir entre las generaciones.