Menú principal Ver contenido
Go Top

Cultura

Yeonheedan Palsandae, soñar con el retorno de las bandas rurales femeninas

2014-09-30

Del 18 al 21 de septiembre actuó en el Teatro Nacional la compañía Yeonheedan Palsandae, recreando las interpretaciones de las bandas rurales femeninas que existían en el país hace 50 años. La primera vez que apareció una banda rural conformada únicamente por mujeres en Corea fue en 1957. Fue cuando el Centro de Música Tradicional de Namwon formó una compañía integrada por jóvencitas de entre 15 y 20 años con el nombre de Chunhyang, la cual tuvo una enorme e inmediata repercusión.



A partir de entonces surgieron incontables bandas rurales femeninas en todo el país. Las bandas rurales o nong-ak formadas por hombres se caracterizaban por una poderosa ejecución de los instrumentos de percusión; en cambio, las bandas femeninas, además de mostrar el mismo nivel de fuerza y pasión, acaparaban la atención del público con sus interpretaciones y sus más refinadas danzas. Por esta razón gozaron de una enorme popularidad en los años 60 y 70. Sin embargo, a mediados de los 70, cuando la televisión llegó a los hogares de Corea, la popularidad de las bandas rurales femeninas decayó drásticamente, hasta desaparecer por completo a fines de la década. Cuarenta años después, Kim Wun Tae, reconocido artista de la danza de los tambores de mano “sogo”, hizo renacer el género en 2011. Esta nueva banda tiene el nombre de Yeonheedan Palsandae y está formada por 20 integrantes, con edades que varían desde los 6 a los 60 años. Sin excepciones, todas hacen vida en común y cumplen con una fuerte rutina de ejercicios y ensayos que empieza a las 5 de la mañana; ejercicios que son fundamentales para poder realizar las extenuantes actuaciones sobre el escenario. Durante la Expo de Yeosu realizaron más de 400 funciones, ya que durante 93 días ofrecieron cuatro funciones diarias. Después de eso, fueron invitadas a actuar en las Paralimpíadas de Londres, así como en Japón, Turquía, Italia y otros países de Europa.



La actuación en el Teatro Nacional comenzó con la danza de tambores Palsan y, al igual que las bandas rurales comenzaban su actuación a la entrada de los pueblos, la banda hizo su entrada no sobre el escenario, sino desde el fondo de la sala. Luego llegó el Binari, que consiste en un ritual para pedir salud y buena fortuna para todos los presentes mediante el sonido atronador de los instrumentos de percusión; y cuando éste termina, es tiempo del Pangut, que es cuando cada uno de los los grupos que integran la compañía hace alarde de su arte en el centro del escenario, con un frenesí que recuerda a un rito chamánico o gut. Después del éxito que tuvieron en el Teatro Nacional, la banda rural femenina Yeonheedan Palsandae planea inaugurar un teatro de actuaciones exclusivo y permanente, donde podrán encontrarse de forma regular con el público que sepa y desee apreciar el valor de las artes tradicionales.

Contenidos recomendados

Close

Nuestra página web usa cookies y otras tecnologías de recopilación de datos para optimizar los servicios. Se sobreeentiende que, al mantener el acceso, el usuario da su consentimiento tanto a nuestra Política de privacidad, como al uso de esas tecnologías. Ver más >