En 1995 se recuperó el sistema de administración o autogobierno local. Este sistema se instituyó con grandes expectativas de una administración más abierta y enfocada al desarrollo regional. De este modo, el peso del poder político, económico, social y cultural se desplazó de Seúl a las comunidades locales. La primera vez que se estableció el sistema de administración local fue en 1948, con la República de Corea. Sin embargo, el estallido de la Guerra de Corea impidió que fuera puesto en práctica. Durante la guerra, en 1952 se llevaron a cabo las primeras elecciones locales al sur de Seúl, excepto las áreas que estaban bajo el control norcoreano. Entonces se crearon los primeros consejos locales elegidos por votación popular. Pero el sistema no era plenamente autónomo; pues si bien los miembros de los consejos se elegían de manera directa, los alcaldes y gobernadores eran elegidos de forma indirecta por los consejos locales. Sin embargo, el golpe militar del 16 mayo de 1961 abolió ese sistema al considerar que no contribuía al progreso del país. De esta manera, y durante más de 30 años, la política y la administración regional la decidía el gobierno central. La oportunidad para reimplantar el sistema de administración local surgió en 1987 con el retorno de la democracia. La demanda de una democracia genuina y completa que garantizara la autonomía de los gobiernos locales se convirtió en un tema impostergable. Sin embargo, las diferencias de opinión y los enfrentamientos políticos retrasaron su implementación hasta el 27 de junio de 1995, cuando se celebraron por primera vez elecciones regionales, que contaron con un alto índice de participación ciudadana: un 68,4%. Dos años después, en las elecciones presidenciales de 1997, ganó el partido opositor y se logró el ansiado cambio de gobierno. En los últimos 20 años ha habido dos cambios de partido gobernante y muchos piensan que fue gracias al sistema de gobierno autónomo. En otras palabras, se considera que ese sistema contribuyó enormemente a la democracia en Corea. Establecido en 1995, el sistema de gobierno autónomo ha transformado la economía y la cultura de la gente. Los gobernadores y alcaldes elegidos por los ciudadanos abandonaron la actitud autoritaria de antaño y ahora aprovechan la autonomía y los recursos disponibles para trabajar por el progreso de la comunidad. Según el informe emitido en agosto por el Ministerio de Administración Pública y Gobierno Local, desde 1995 hasta 2014 el número de instalaciones culturales -como museos y teatros- se multiplicó por cinco; el número de instalaciones de salud prácticamente se ha duplicado y el porcentaje de carreteras pavimentados incrementó del 74,5% al 82,5%. Los gobiernos locales ya no se limitan a poner en práctica las políticas de la administración central, como hacían antes, sino que crean proyectos con la ciudadanía para reactivar la economía y la cultura local. En 1995, la ciudad de Gwangju celebró la primera edición de su Bienal. Este festival, el primer evento cultural que combinaba arte y turismo, fue organizado y patrocionado por un gobierno local. La institución del sistema de gobierno autónomo permite pues que las tradiciones, los productos y las características culturales más destacadas de cada región se desarrollen con mayor personalidad. Por ejemplo, el Festival Internacional de Busan, que comenzó en 1996 y este año cumplió 20 años, no sólo es el orgullo de los habitantes de esa ciudad, sino que se ha convertido en un evento internacional que otorga un enorme prestigio cultural a Busan. A pesar de su corta historia, el sistema de gobierno local autónomo es el instrumento que permite a los ciudadanos ser dueños e impulsores del progreso y del futuro de su comunidad.