El 13 de junio de 2000 se abrió una nueva página de la historia de la península coreana. Por primera vez desde la división peninsular, los mandatarios de ambas Coreas se encontraron en Pyongyang. Mientras la atención del mundo confluía en ese encuentro, el momento culminante fue la noche del 14 de junio, cuando los dos líderes firmaron la Declaración Conjunta Intercoreana del 15 de junio. Este documento determinaba que la reunificación se resolvería de forma autonóma, reconocía los puntos en común de los planes de reunificación elaborados por el Sur y el Norte, permitía la reunión de las familias separadas y proyectaba un crecimiento equilibrado de las economías de ambas Coreas. El primer paso para superar la relación de hostilidad instalada después de la Guerra de Corea fue el Comunicado Conjunto del 4 de julio de 1974. Hubo una situación internacional que presionó a las dos Coreas a firmar este Comunicado, que no nació de las necesidades de ambas Coreas sino de la presión externa. La atmósfera de reconciliación no duró mucho tiempo y la tensión se instaló de nuevo en las relaciones intercoreanas. En 1984 Corea del Norte ofreció ayuda al Sur para superar las inundaciones de ese año, brindando la ocasión para que se realizaran los reencuentros de las familias separadas en 1985.La siguiente ocasión para celebrar una cumbre intercoreana se presentó en 1988, cuando el presidente Roh Tae Woo manifestó que ambas Coreas debían trabajar juntas para una coexistencia pacífica y una reunificación gradual. Corea del Norte respondió positivamente y en 1990 las dos Coreas mantuvieron conversaciones a nivel de primer ministros hasta que finalmente se adoptó el Acuerdo Básico Intercoreano en febrero de 1992. Pero el Acuerdo no llegó a entrar en vigor, pues Corea del Norte cuestionó los ejercicios militares que Corea del Sur realizaba todos los años. En febrero de 1993 el presidente Kim Young Sam propuso de nuevo -durante el discurso inaugural de su mandato- la celebración de una cumbre. Las conversaciones para concretarla se llevaron a cabo a un nivel inferior al de primer ministro, pero continuaron hasta 1994, cuando llegaron al importante acuerdo de celebrar dicha cumbre el 25 de julio. Sin embargo, el 8 de julio falleció repentinamente el líder norcoreano Kim Il Sung, por lo que la cumbre no pudo realizarse y las relaciones intercoreanas volvieron a enfriarse. Posteriormente, entraron en una nueva fase cuando en 1998 asumió la presidencia Kim Dae Jung y anunció la “política de los rayos del sol” hacia Corea del Norte. Sin embargo, debido a que Corea del Sur atravesaba fuertes dificultades económicas por la crisis financiera desatada en 1997, la política de los rayos solares no obvuvo demasiado apoyo; además de que despertó el rechazo de Corea del Norte. Sin embargo, la situación dio un vuelco cuando Chung Ju Yung, presidente honorario del grupo Hyundai, visitó Corea del Norte en junio llevando como regalo una manada de 500 vacas. A continuación, Chung Ju Yung puso en marcha el proyecto turístico del monte Geumgang en noviembre del mismo año. En paralelo a la política de los rayos solares de Kim Dae Jung, las relaciones intercoreanas entraron realmente en su mejor fase. Tras la cumbre intercoreana del año 2000, el intercambio bilateral se activó de forma notable. Al mes siguiente, el 29 de julio, se reanudaron las conversaciones a nivel ministerial, que permanecían interrumpidas desde 1992, y se llevaron a cabo en 21 ocasiones, hasta 2007. Los intercambios económicos, culturales y sociales se intensificaron como nunca y se activaron las conversaciones para crear un polígono industrial en Gaeseong, que fue inaugurado en 2004, como parte del intercambio y la cooperación económica. Al año siguiente, los intercambios ascendieron a 1.000 millones de dólares y en 2012 hasta 1.900 millones de dólares. Fue la exitosa combinación del capital surcoreano con los terrenos y la mano de obra aportada por Norcorea. La reunión cumbre intercoreana del año 2000 logró cambiar la atmósfera de desconfianza y hostilidad que reinaba en las relaciones bilaterales por una atmósfera de reconciliación y cooperación. Sin embargo, el desarrollo nuclear y el lanzamiento de cohetes de larga distancia por parte de Corea del Norte, así como el hundimiento de la corbeta Cheonan y el bombardeo de la isla Yeonpyeong, congelaron por completo las relaciones intercoreanas, permaneciendo estancadas hasta la fecha.