Tras la caída de Goguryeo a manos del Imperio Tang, éste llevó a unos 200.000 habitantes de Goguryeo a su territorio, e hizo que se dividieran en varios grupos y vivieran en diferentes regiones. Los obligó a dispersarse para que no pudieran unir sus fuerzas y enfrentarse a su reino. Una de las regiones en donde vivían los habitantes procedentes de Goguryeo era Yoseo, y ahí convivieron con personas de otros países como las de Mohe, de la antigua Manchuria. Estos dos grupos de forasteros eran muy maltratados, en especial por los funcionarios. Pero un día no resistieron más los abusos y finalmente, estallaron en rebelión. Aprovechando del caos, los habitantes de Goguryeo y de Mohe se escaparon hacia la región este, con dirección al antiguo Goguryeo. El Imperio Tang no podía tolerar esta rebelión así que la persiguieron y mucha gente murió en la batalla, entre ellos el líder de Goguryeo, Geolgeoljungsang. Posteriormente, su hijo Daejoyeong siguió los pasos de su padre y guió a su pueblo hasta que pudo asentarse en un nuevo territorio, sano y salvo.

Los registros históricos describen que el padre de Daejoyeong era un líder de una tribu próxima al río Songhua, en los últimos años del reino de Goguryeo. Obviamente, pertenecía a una familia rica y Daejoyeong fue considerado como un ser muy especial desde que nació, porque dicen que su madre sintió la particular energía de la Osa Mayor en un sueño y, quizá por ello, cuando dio a luz la habitación se llenó de una luz de color morado, y en su espalda tenía marcado el sol en el lado izquierdo y la luna en el lado derecho.

Volviendo a la historia de Daejoyeong, éste seguía rumbo a su antigua patria venciendo a los enemigos. Su logro se difundió por todas partes a gran velocidad y las personas de Goguryeo, que estaban dispersas por diferentes regiones, se le fueron uniendo. Naturalmente, su número empezó a multiplicarse y por supuesto, su fuerza. Pero el Imperio Tang le seguía muy de cerca y casualmente, durante su trayectoria, encontró un amplio bosque entre las cordilleras de Baekdu. Fue entonces cuando comprendió que, si no lograba vencer a Tang en ese lugar, su esfuerzo podría terminar en fracaso. Al ser una zona rodeada de abundantes árboles, los soldados de Daejoyeong podían esconderse sin que los enemigos les vieran. Pero… ¿Cómo terminó la batalla? Como era de esperar, pudo derrotar exitosamente al Imperio Tang y así, en el año 698, exactamente 30 años después del colapso de Goguryeo, creó un nuevo país llamado Balhae.

Daejoyeong era sabio y tenía una gran habilidad para las artes marciales. Esto le ayudó a fortalecer rápidamente el país y ampliar su territorio, recuperando todo lo que antes pertenecía a Goguryeo. Balhae fue haciéndose cada vez más fuerte y mantenía una buena relación con los vecinos, por lo que al Imperio Tang no le quedó otra que establecer lazos diplomáticos y reconocer a Daejoyeong como el rey de Balhae. Daejoyeong murió 21 años después de crear y gobernar Balhae; pero gracias a sus hijos -que como buenos monarcas, siguieron la incumplida trayectoria de su padre-no solo recuperaron todo lo que antes era Goguryeo, sino que expandieron su territorio hasta lo que hoy le pertenece a Rusia.

Pero a decir verdad, en la historia coreana es poco y nada lo que se habla de Balhae. Muchos solo saben que Silla unificó los Tres Reinos, y que luego continuaron los períodos de Goryeo y de Joseon. Tal vez sea porque consideraban a Balhae como sinónimo de Goguryeo, y por tanto, para ellos, Daejoyeong era una persona de Goguryeo. Si bien en sus tiempos Balhae fue un país poderoso, en el año 926 cayó completamente tras recibir el ataque de los kitanes. Pero algunos registros históricos señalan que, en aquel entonces, había muchos conflictos internos –o mejor dicho grandes luchas por ocupar el poder- y por tanto no pudieron pertrecharse ante invasiones enemigas.