Durante el gobierno de Seongjong, Goryeo disfrutaba de paz y estabilidad. La inestabilidad política había llegado a su fin, mientras que las enseñanzas confucianistas adoptadas por el país estaban dado frutos positivos. Todo parecía marchar sin problemas hasta que en 993, exactamente 75 años tras la fundación de Goryeo, de pronto llegó una gran crisis. Un general kitán envió una carta al rey de Goryeo amenazándole de estar en su frontera con una tropa de 800.000 soldados, y con reducir el país a cenizas si no se rendía. Los kitanes eran vecinos de Goryeo que ocupaban la región de Manchuria, y fueron quienes destruyeron Balhae para ocupar sus tierras. Era un país que cada vez adquiría mayor fuerza, e incluso tenía la ambición de ocupar China.

Pese a su creciente poder, Goryeo mantenía una cierta distancia con los kitanes e incluso rechazó mantener relaciones diplomáticas con ellos. En cambio, se llevaba muy bien con China. ¿Por qué? La razón es simple. Goryeo se consideraba heredero de Goguryeo y por tanto, era obvio que no se llevara bien con los kitanes, quienes se apoderaron de Balhae, país que también procedía de Goguryeo. Era tan grande el disgusto hacia Kitán que el fundador de Goryeo, Gwang Geon, mató los 50 camellos que este país envió en muestra de amistad. En fin, lo que realmente querían los kitanes era apoderarse de China pero Goryeo no lo apoyaba y por tanto, suponía todo un obstáculo. Por ello, una vez llegada a la frontera la tropa liderada por el general de los kitanes, envió una y otra vez cartas al rey de Goryeo para que se rindiera y estableciera relaciones diplomáticas con ellos, porque de lo contrario, sería inevitable una guerra. El rey Seongjong no sabía qué hacer, así que pidió a su gabinete que propusiera una solución efectiva. Algunos le recomendaban que entregara parte del territorio para así evitar el combate, pero entonces Seo Hui afirmó con convicción que ceder parte del país era una vergüenza, sin siquiera haber peleado con el enemigo. Él era un funcionario muy inteligente y sabía mejor que nadie que el verdadero objetivo de los kitanes no era desatar una guerra con Goryeo, sino mejorar los vínculos bilaterales para que éste no interfiera en su intento de adueñarse del territorio chino.

Seo Hee se ofreció como enviado especial de Goryeo y fue a la frontera en donde estaban los kitanes. Apenas llegó al campamento del enemigo, el general que lideraba la tropa ordenó a Seo Hee saludarle con todo respeto, agachando el cuerpo contra el suelo. Seo Hee no tenía la menor intención de darles lo que pedían, así que usó su sabiduría y su habilidad, para racionalmente rechazar tal petición. El líder de los kitanes invitó a Seo Hee a mantener una buena relación con su país, pues eso sería favorable para ambos pueblos e incluso podía evitar guerras. Como ya dije, Goryeo no quería saber nada de los kitanes, pero no podía expresarlo directamente, entonces contestó que en realidad su Estado deseaba normalizar las relaciones diplomáticas con Kitán, pero que eso no era posible porque había otros pequeños países por medio, lo que impedía el acercamiento. En otras palabras, quiso decir que si ayudaba a Goryeo a ocupar ese territorio del norte que lo separaba de Kitán, podrían establecer lazos bilaterales.

¿Qué creen que pasó? Kitán le hizo caso y es más se retiró de la frontera sin causar más problemas. Gracias a esta inteligente estrategia diplomática de Seo Hee, Goryeo no solo pudo extender su territorio sino evitar la guerra. Debido a este logro, Seo Hee es considerado hasta el día de hoy como el mejor diplomático de nuestra historia. Seo Hee nació en el año 942. A los 19 años aprobó la oposición a cargos públicos y desde inicios de su carrera profesional, mostró una gran pericia en asuntos diplomáticos. Su talento más destacado era su habilidad para convencer a otros mediante la palabra y, gracias a ese don, Seo Hee evitó muchas guerras y conflictos entre Goryeo y otras naciones.