¿Saben cuál es el libro de historia más antiguo de Corea? Es la Historia de los Tres Reinos, escrito por Kim Busik. No es un libro redactado precisamente durante los tres reinos, sino en el periodo Goryeo, después de que finalizara por completo esa etapa de la historia. Si bien durante los tres reinos también tenían sus propios registros, no quedan vestigios a fecha de hoy. Pero en la época en que se escribió la Historia de los Tres Reinos, seguramente tenían documentos que sirvieron de referencia. Por ello, aunque no hay nada que lo garantice, se evalúa que dicho libro fue escrito en base a los documentos heredados de los tres reinos y otros datos procedentes de China. En fin, su contenido recopila toda la historia de Goguryeo, Silla y Baekje. Pese a que Kim Busik figura como autor, no fue totalmente escrito por él, sino que probablemente coordinaba la edición, y por ello, también participaron otros historiadores de la época.

Ahora, sepamos un poco más sobre la vida de este autor. Kim Busik nació en 1075 como descendiente de la familia real de Silla. Al igual que todos sus antepasados, vivió en Gyeongju, pero tanto él como sus tres hermanos aprobaron la oposición a cargos públicos y se mudaron a la capital. Desde que empezó a trabajar para el gobierno, Kim Busik destacó entre sus compañeros. No solo fue reconocido por sus conocimientos académicos, sino también por su habilidad para componer poesías y redactar documentos diplomáticos. Por algo, fue apodado como el mejor escritor de la época. Pero, tenía un rasgo que le hacía singular, calificado por unos como positivo, y por otros como negativo: era una persona bastante terca, y resultaba difícil hacerle cambiar de opinión. Pero este rasgo de su carácter le ayudó a mantener firmes principios, y más tarde contribuyó a estabilizar el país.

Cuando Kim Busik era miembro del gabinete, asumió el décimo séptimo rey de Goryeo, Injong, apenas a los 14 años. Aún era muy niño para gobernar el país, así que su abuelo materno empezó a entrometerse y a manipular a su nieto. Obviamente, ambos se llevaban muy bien y para el pequeño rey, su abuelo era un gran consuelo que le ayudaba a sacar adelante las gestiones gubernamentales. Así que un día, reunió a todos los funcionarios y les dijo que no podía dar el mismo trato de un funcionario a su abuelo. Los allí presentes, temerosos de perder su cargo si se oponían a este comentario, respondieron al unísono estar conformes con su propuesta, y afirmaron que no había problema en que su abuelo se sentara al lado del rey en las ceremonias nacionales, ni en que fuera incluido en los protocolos de saludo al monarca. El único que alzó su voz a oponerse a esta decisión del rey fue Ki Busik, quien expresó que si bien podían hacer lo que quisieran durante las reuniones familiares, a la hora de abordar asuntos estatales, el rey debía diferenciar bien su vida personal del trabajo, porque de lo contrario podría perder la confianza de los servidores y del pueblo. Kim Busik tenía toda la razón del mundo, así que al abuelo del rey no le quedó otra que decir a su nieto que no le diera un trato especial. Más tarde, el abuelo, con la ambición de convertirse en rey, protagonizó una rebelión, pero Injong logró sobrevivir y mantener su trono.

Tras la rebelión, se quemó todo el palacio real y la capital quedó destrozada. Consecuentemente, empezó a crecer el número de personas que destacaban la necesidad de cambiar de ciudad y marchar al país vecino, a la dinastía Jin, que a decir verdad, más que establecer lazos diplomáticos, les esperaba una relación de país dominante y colonia, porque Jin quería que Goryeo estuviera bajo sus órdenes. Después de un largo conflicto, enfrenamientos y guerras, finalmente el país logró estabilizarse gracias a Kim Busik, quien utilizó su inteligencia para persuadir al rey y a los poderosos. En reconocimiento a su esfuerzo, el rey lo ascendió al cargo más elevado dentro del gobierno, pero Kim Busik rechazó la oferta y decidió retirarse de la política. Él sabía muy bien que el poder es adictivo y cuando más se tiene más se quiere, y por ello no quería que esa codicia le arruinara la vida. Tras retirarse, se dedicó enteramente a escribir esa obra, que se conserva hasta hoy día. Sobre el objetivo de su redacción, Kim Busik explicó que muchos eruditos conocían bien la historia de China, pero eran pocos quienes estaban al tanto de la propia historia. Por ello, escribió con el deseo de que las páginas que escribía sirvieran de ejemplo al rey, a los funcionarios y al pueblo entero; con la intención de pudieran aprender de los errores del pasado para así lograr un futuro mejor. Kim Busik terminó el libro la Historia de los Tres Reinos en 1145 y murió 6 años más tarde, a edad de 77 años.