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Kim Jong Un declaró ante el Pleno del Partido de los Trabajadores que el mundo conocerá las nuevas armas estratégicas de Corea del Norte, intervención que interpreta como una amenaza de Pyongyang de retirar la moratoria sobre los ensayos nucleares.

Esa interpretación coincide con el análisis de algunos expertos, que destacan principalmente las declaraciones del líder norcoreano enfatizando la situación crítica y sin precedentes que atraviesa su país, así como su determinación de superar los retos existentes reforzando el potencial diplomático y militar del régimen, así como el desarrollo económico mediante la auto superación. Sus palabras reflejan el pronóstico del régimen de Pyongyang sobre el actual estancamiento de las negociaciones con Estados Unidos, al considerar que se prolongará.

Sin embargo, hasta la fecha al menos, no se ha sabido nada del famoso “regalo de Navidad” que Corea del Norte anunció para Estados Unidos, una inquietante amenaza que dejaba entrever el lanzamiento de un misil balístico o similar…

Por ahora al menos no. Al respecto, algunas previsiones ya planteaban que Corea del Norte retrasaría al máximo cualquier provocación que tenga en mente, de cara a maximizar su efecto. En otras palabras, la intención del régimen norcoreano es dejar pasar el plazo que definió por cuenta propia para aumentar la incertidumbre y la inseguridad.

¿Y existe alguna conjetura sobre cuándo podría llegar ese “regalo de Navidad tardío” de Corea del Norte?

En realidad no, salvo por algunos analistas que anticipan que Pyongyang podría realizar una nueva provocación en este mes, durante enero de 2020, tras dar a conocer los resultados de las sesiones plenarias del Partido de los Trabajadores y la intervención final de Kim Jong Un, declaraciones que en este 2020 parecen haber reemplazado el habitual discurso por Año Nuevo del líder norcoreano.

¿Y qué posibilidad hay de que esa nueva provocación sea un ensayo balístico?

Bastante. De hecho, las autoridades militares surcoreanas estiman que esa nueva arma estratégica aludida por Kim Jong Un ante el Pleno de su partido podría ser un misil submarino o incluso un misil balístico intercontinental.

Pero si Corea del Norte probara un misil intercontinental, ¿no estaría cruzando la “línea roja” marcada por Estados Unidos?

Definitivamente. Dicha actividad sería percibida como una grave amenaza por la comunidad internacional y como un acto que traspasa la “línea roja” fijada por Estados Unidos. De ahí que algunos piensan que Corea del Norte podría optar por lanzar un misil submarino en vez de un misil intercontinental, para moderar el tono de la provocación y no dar completamente la espalda al diálogo y las negociaciones.