Como el anciano Geppetto insufla vida al muñeco de madera Pinocho con su dedicación y amor, los fabricantes de muñecos desean crear figuras que casi respiran y a punto de moverse como los seres vivos. Estos muñecos de personajes son muy populares entre los “kidults”, adultos que se interesan en juegos y actividades propias de niños y son tan deseados que hasta aparecen en los mercados de subastas. Sin embargo, el trabajo de diseñar y fabricar estas figuras es tan sofistificado y difícil que apenas existe un puñado de artistas de este rubro en todo el mundo. Uno de los más famosos y reconocidos nació y vive aquí en Corea. Su nombre es Lee Chan Woo, pero es más conocido como Coolrain. Lee Chan Woo mide más de 1,8 metros y tiene las manos grandes y los dedos gruesos. Nada en su fisonomía podría indicar que pueda elaborar esas figuras tan pulcramente elaboradas.



Su carrera como fabricante de muñecos artísticos comenzó hace 13 años, cuando este rubro era prácticamente desconocido prácticamente en todo el mundo, al igual que en Corea. Sin embargo, originariamente no estaba en su punto de mira convertirse en diseñador de muñecos. Llevado por el deseo de crear una animación como “Akira”, a los 28 años Lee Chan Woo dejó Andong, su pueblo, y marchó a Seúl para inscribirse en una academia que enseñaba dibujo de animación. Pronto se dio cuenta de que este no era el camino para sus objetivos y decidió buscarse otro trabajo. Durante casi 4 años trabajó en una empresa de producción de animaciones en 3D, pero esa empresa cerró por falta de encargos y Lee Chan Woo volvió casi al punto de partida. Su única afición era empaparse de animaciones hechas con figuras de plastilina. Por aquel entonces fue a ver “Pesadilla de Navidad” de Tim Burton y quedo impactado. Compró un libro sobre la película y se preguntaba qué materiales habría utilizado el artista, porque entonces ni siquiera conocía el Sculpey.



Pero el libro no era sobre animación con plastilina sino sobre la producción de la película, así que solo había una foto sobre el tema. Miraba la foto una y otra vez y me repetía: “¡Qué ganas tengo de hacer algo así!”. Basándose en esa única foto, Lee Chan Woo se las ingenió para descubrir los materiales, el diseño y las pinturas utilizadas. Después de conseguir los materiales, comenzó a hacer los personajes de la película y luego copió los trabajos de otros artistas de muñecos famosos. Desde 2004 y durante tres años, confeccionó más de 100 muñecos. Fueron años de intenso estudio, en los que lo dejó todo para aprender a crear muñecos. Lee Chan Woo iba subiendo a un blog personal las fases de sus trabajos, con el deseo de facilitar el camino a otros que desearan internarse en el mundo del diseño y la fabricación de muñecos. Esta disposición a compartir sus conocimientos es otra de las valiosas virtudes que caracteriza a “Coolrain”. Como siempre comparte los secretos de su arte, su blog es famoso entre los aficionados a crear muñecos de plastilina en Corea, pero también en otras partes del mundo.



Fue gracias a su blog que los amantes de este arte se pusieron en contacto con él y se ofrecieron a comprar sus trabajos. Sin embargo, y pese a las grandes dificultades económicas que atravesaba, se negó a vender sus muñecos pues afirmaba que eran copias de los trabajos de otras personas. Finalmente comenzó a vender en 2007, cuando empezó con las creaciones propias bajo el nombre y el sello de Coolrain. Después de publicar una serie de muñecos sobre bailarines b-boys, contactaron con él desde Nike pues deseaban promocionar una nueva línea de zapatillas con sus muñecos. La exposición de los muñecos de Coolrain luciendo los modelos de Nike duró unos seis meses y fue visitada por un montón de gente en el centro de convenciones y exposiciones COEX de Seúl. Fue la primera y gran oportunidad para que sus creaciones fueran dadas a conocer al público masivo. El éxito de la primera exposición de Nike hizo que lo contrataran para la siguiente temporada. Así al año siguiente, en 2010, la asociación de baloncesto de EE.UU., la NBA, contactó con él para que diseñara unos muñecos representando a sus jugadores. Esto le hizo granjearse un reconocimiento internacional y Lee Chan Woo, más conocido por su apodo Coolrain, es ahora uno de los artistas más destacados del mundo en diseño de figuras de plastilina. Sin lugar a dudas, con orgullo puede decir que ha conseguido hacer realidad sus sueños.