Sobre un largo soporte metálico de color plateado, se posa un cubo con un círculo cubierto por una red metálica en el centro. Se trata de un altavoz llamado “Horizontal y vertical” diseñado creado por Yu Kuk Il. En realidad, aunque los altavoces transmiten el sonido, no parece que la música salga de ellos. Pareciera que los altavoces estuvieran mudos y que la música proviniera de la pared vacía que hay detrás y que la orquesta estuviera enfrente. Los altavoces de Yu Kuk Il hacen “ver” la música, pues activan la imaginación.



Además, están diseñados de tal modo que son un objeto artístico en sí mismo, a medio camino entre el arte y la funcionalidad. En definitiva, son como esculturas pero de máxima calidad funcional. Y dado que podrían calificarse como una obra de arte, los altavoces metálicos del diseñador Yu Kuk-il se exponen en la galería The Page desde el 30 de noviembre pasado, bajo el título de “Altavoces metálicos de Yu Kuk-il: sonido al natural”. Allí podremos contemplar todo tipo de altoparlantes, como los inspirados en el universo y las estrellas, e incluso en el caballo de Selene, la diosa de la luna, cuya estatua se encuentra en el Partenón. Yu Kuk Il estudió Arte y Diseño de Metales y desde hace 23 años se dedica a diseñar altavoces. Posee ocho patentes de tecnología, treinta y dos patentes de diseño y una patente internacional. También recibió el premio Punto Rojo, el galardón más importante del mundo del diseño; y en hasta seis ocasiones ganó el Premio de Innovación del CES o Consumer Electronics Show, la Feria de Electrónica de Consumo más importante del mundo, en el rubro de Audio de Alta Fidelidad.

Yu Kuk Il comenzó a mostrar talento para el dibujo y el arte a la temprana edad de cuatro años. Con un sentido innato para los sonidos, siempre amó por igual la música y el arte. Posteriormente, estudió arte en la universidad y tras graduarse, se dedicó a la crítica musical y a investigar sobre el sonido. Recorría las tiendas de electrónica donde compraba piezas y altavoces que montaba y desmontaba una y otra vez, hasta cientos de veces. Después de seis años de autoaprendizaje creó una compañía llamada “Diseño de Metal y Sonido(Metal Sound Design)”. En 1998 produjo su primer altavoz de metal. Como resulta obvio, el metal es un material muy pesado, pero reduce las vibraciones, factor que permite reproducir los sonidos con más nitidez. Seguro de sus logros, encaminó sus pasos hasta Accuton, es una firma alemana que lidera el rubro de los altavoces en el mundo.

Los altavoces de Yu Kuk Il no son un producto masivo, sino que, al igual que las obras de arte, solo se fabrican unas cuantas unidades. Están hechos con duraluminio, una aleación de aluminio, cobre y otros minerales, normalmente usado para fabricar el cuerpo de los aviones. Una vez ensambladas las 800 piezas que componen cada altavoz, el resultado pesa más de 100 kg. Pero los altavoces de Yu Kuk Il no son solo una masa de metal. Se inspiran en astros, estrellas fugaces y flores, pues la siempre cambiante naturaleza es fuente de inspiración para sus diseños. Además de ser obras de arte en sí, los altavoces de Yu Kuk Il se caracterizan por reproducir los sonidos originales de modo preciso y con la mayor nitidez posible, sin modificarlos ni mejorarlos. Yu Kuk Il no come ni duerme y trabaja como si compusiera una gran obra, con nerviosismo, a fin de estimular al máximo su suceptibilidad cuando afina los altavoces; y hasta comprueba mediante planos la futura ubicación de sus altavoces. Este último toque asegura que sus creaciones cumplan a la perfección su cometido de reproducir fielmente los sonidos originales.