Cuando hace buen tiempo, no hay nada mejor que sentarse en una terraza que da el sol y comer algo rico, o simplemente, tomar un café. Uno de los sitios ideales de Seúl para esto es el barrio francés de Seorae. Caminando unos diez minutos paralelo al riachuelo que está a la salida de la estación de la Terminal de Autobús Express de la línea 3, 7 y 9 del metro, se encontrarán con un puente peatonal y es ahí donde comienza el pequeño pero muy coqueto barrio en donde reside la comunidad francesa en Corea. Desde la entrada se puede sentir un ambiente diferente. Los indicadores y carteles están escritos en coreano y francés, mientras que el piso de las calles está pintado de azul, blanco y rojo, los colores de la bandera del país galo. Aquí se ubica la escuela francesa, restaurantes, pastelerías, bares y cafeterías muy similares a los que podemos encontrar en París. En realidad, Seorae no es el primer lugar en donde se asentó la comunidad francesa. Hasta 1985, se conocía como el barrio francés a Hannam, donde se ubicaba la escuela francesa. Pero tras su mudanza ese mismo año al distrito sureño, muchas familias también decidieron trasladarse a dicho sitio para una mayor comodidad y conveniencia de sus hijos. Actualmente, casi la mitad –o tal vez más- de los franceses en Corea viven en este barrio. Muchos saben que la gastronomía francesa es una de las más excelsas del mundo y cuenta con una amplia variedad de menús, no solo de comidas sino también de vinos. Por tanto, si quieren degustar alguna delicia fuera de lo convencional o disfrutar de una cena en un ambiente romántico y moderno, solo tienen que dirigirse a este barrio localizado al extremo sur de Seúl.



No crean que en Seorae únicamente se la pasa bien comiendo y bebiendo sino que tiene muchas atracciones y obviamente, sitios obligados que deben visitar sin falta para comentarles a otras personas que, de verdad, conocieron el barrio francés. Aquí les hago la lista de algunos de los lugares que realmente merecen la pena visitar. Una de las primeras cosas que la gente relaciona comúnmentecon esta zona de la comunidad gala es la gastronomía, ya que aquí mismo se sitúan restaurantes y pastelerías de excelente calidad, tal como he dicho al principio. Pero personalmente, les recomiendo que pasen por la panadería que se ubica en la calle principal, cerca de la entrada a este barrio, que tiene un pan baguette tal como lo comen los franceses en su mesa diaria. Aunque la pastelería pertenece a una gran cadena coreana, esta sucursal se diferencia del resto por la barra de pan preparada por un francés con ingredientes importados. Durante los fines de semana, podrán reconocer fácilmente esta tienda por la larga cola. El barrio también cuenta con decenas de restaurantes en donde pueden deleitar platos caseros al estilo francés y de paso, disfrutar un ambiente particular como si estuvieran de verdad en alguna ciudad del país europeo. Otro de los sitios para conocer de cerca la cultura y las costumbres de esta comunidad foránea es la feria temporal que se organiza en el parque frente a la escuela francesa. En los días previos a la Navidad o feriados importantes de Francia, se abre un mercado en donde los mismos habitantes así como artistas y comerciantes venden productos originarios de esta nación, tales como vinos, comidas, accesorios y otros tantos. Por lo general los fondos recaudados de las ventas son donados a las personas más necesitadas.



Ahora les hablaré de un lugar que podría ser sumamente útil a los extranjeros que viven o están de paso por Corea. En el barrio Seorae se ubica el Centro Global Seúl, una oficina establecida en 2008 para facilitar la vida de los foráneos en este país y promover el intercambio cultural. Desde como suscribirse a un teléfono celular y abrir una cuenta bancaria hasta las gestiones de visado u obtener la licencia de conducir, un extranjero puede despejar todas las dudas en este lugar. El centro cuenta con personal fluido en inglés, japonés, chino, mongol, vietnamita, italiano y por supuesto, coreano, además de un montón de información turística. Incluso ofrecen gratuitamente el uso de computadoras con acceso a Internet. Está abierto todos los días, lunes a viernes, desde las 9 de la mañana hasta las 6 de la tarde y lo podrán encontrar fácilmente una vez que hayan ingresado a la calle principal.