A decir la verdad, Seúl no es una ciudad grande respecto a otras principales capitales turísticas. Sin embargo, el mayor atractivo de esta urbe es que, sin importar su dimensión, tiene demasiados destinos atractivos. Creo que ese es uno de los motivos por los que Seúl está gradualmente convirtiendo en uno de los lugares más visitados por los extranjeros de Asia. Además de los emblemas de turismo que obviamente hay que visitar, hay otros en donde merece la pena detenerse, como son los diversos mercados tradicionales; el espacio perfecto para conocer la vida diaria de los coreanos, además de acercarse un poco más a una cultura que, posiblemente para los occidentales sea un poco desconocida.


El mercado Gwangjang es uno de los mayores y principales mercados tradicionales de Corea. Es famoso por muchas cosas pero en particular destaca por sus numerosas tiendas de ropa vintage y una amplia zona con infinita variedad de comidas. Pese a ser un mercado tradicional, que generalmente es frecuentado por mayores, este lugar es muy popular entre jóvenes y extranjeros que gustan de la moda al estilo de los años ochenta o noventa, así como amantes de las comidas callejeras. El mercado Gwangjang tiene más de 100 años de historia. Para conocer el origen de su creación, tenemos que remontarnos a 1905, cuando se creó una corporación con el mismo nombre para recuperar la soberanía de Corea durante el periodo de la ocupación japonesa. En esos tiempos, en el país solo existían mercados tradicionales temporales, es decir que abrían solo algunos días de la semana o del mes; pero con la aparición de éste, se creó en Corea el primer mercado permanente que abre todos los días. Hasta 1962, Dongdaemun y Gwangjang eran un solo mercado, pero en ese año se dividió en dos. Con el paso del tiempo, el primero se fue modernizando con la construcción de rascacielos que albergan grandes centros comerciales; mientras que el segundo conserva bastante intactos los rasgos del pasado.


Sin duda, el mercado Gwangjang es un espacio que satisface los cinco sentidos de los visitantes. Pero uno de los mayores atractivos es que aquí mismo puede encontrarse una amplia variedad de indumentaria vintage difícil de encontrar hoy en día. Entrando al fondo del mercado, hay una galería con más de cien tiendas dedicadas a ropa de diseños originales y únicos, que básicamente son traídos de Estados Unidos, Europa y Japón. Estas galerías son visitadas no solo por la juventud; sino también por celebridades famosas y muchos otros que trabajan en la industria de la moda, así como cualquier persona interesada en prendas peculiares. Y lo mejor de todo es que su precio es realmente accesible, casi todo cuesta menos de 10 dólares, a excepción de los abrigos de invierno que salen un poco más caros. Si tienen buen ojo, les aseguro que podrán rescatar productos de alta calidad e incluso de marcas de alta gama a precios increíbles. Otros quienes hacen una visita obligada a dicho mercado son las parejas que están por casarse, porque aquí se concentran muchos locales dedicados al hanbok –el traje tradicional coreano- y otros de yedan – que son los regalos que hace la novia a la familia del novio antes de la boda- así como de otros productos de seda y artículos de hogar. Pero si alguien me pregunta que es lo que más me gusta del mercado Gwangjang, respondería que es la diversidad de las comidas coreanas. Algunos de los platos que no se pueden perder al visitar este lugar son, por ejemplo, el bindaetteok (tortillas de frijoles mungo), hotteok (panqueques calientes con relleno de azúcar morena) y sundae gigante (morcillas al estilo coreano). Otra comida que sí o sí tienen que probar es el ‘kimbap droga’, que se llama así por su adictivo sabor. Después de dar una vuelta por todo el mercado, diríjanse a la sección de comidas y podrán saborear los platos callejeros más representativos de Corea en un solo lugar.


¿Cómo llegar?
Si bajan en la estación Jongno 5(o)-ga de la línea 1 del metro deben escoger la salida número 7; y si toman la línea 2 es la salida 4 de la estación Euljiro 4(sa)-ga.