Lee Sin Hwa, embajadora de cooperación internacional sobre derechos humanos en Corea del Norte, anunció que se esforzará por repatriar a los prisioneros de guerra que permanecen en Corea del Norte en contra de su voluntad.

La embajadora visitó el día 26 las casas de Lee Dae Bong (93 años) y de Kang Hee Yeol (91 años), prisioneros de guerra de las Fuerzas Armadas surcoreanas durante la Guerra de Corea, y anunció que buscará mecanismos para cooperar con la ONU, países aliados y otros interesados en aclarar la verdad, de cara a repatriar a los prisioneros surcoreanos capturados durante la Guerra de Corea.

También se comprometió a buscar formas concretas de ofrecer un mejor tratamiento a los prisioneros de guerra.

Lee Dae Bong se unió al ejército en 1952 a la edad de 21 años y sirvió en el 32º Batallón de la 2ª División. Al año siguiente fue capturado por el ejército chino en la Batalla de la Colina Baekma, y hasta que regresó a Corea del Sur en 2006 llevó una vida precaria como trabajador en la mina de Aoji en Corea del Norte. 

En tanto Kang Hee Yeol se unió al ejército en 1951, con apenas 18 años, y sirvió en la 5ª División del Ejército de la República de Corea. Ese mismo año fue capturado durante la Batalla de Imjin y Kapyong, y después fue obligado a trabajar en una granja cooperativa norcoreana hasta que pudo retornar al Sur en 2009.

Desde la firma del Acuerdo de Armisticio el 27 de julio de 1953, apenas 80 prisioneros de guerra surcoreanos han vuelto al país, de los que solo 9 sobreviven.