La campaña para obtener 100 millones de firmas, iniciada el año pasado por el Consejo Coreano para las Mujeres Forzadas a la Esclavitud Sexual Militar por Japón, se está expandiendo por todo el mundo.
En París, una de las víctimas de dicho sistema de "mujeres de confort", Gil Won Ok, exhortó al Gobierno de Japón a ofrecer una disculpa oficial y una debida compensación, al criticar la reciente postura nipona de eludir la responsabilidad histórica al intentar modificar el Discurso de Kono.
Ante los testimonios personales de las víctimas, y los datos históricos que muestran los hechos acaecidos en tiempos bélicos, tanto los extranjeros como los turistas coreanos que se hallaban en la ciudad parisina, mostraron su apoyo al movimiento.
La entidad surcoreana ya ha reunido unas 150.000 firmas, que entregó ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Asimismo, dará a conocer al sector político de los países europeos, la injusticia de la autoridad japonesa en un intento por negar el pasado, y persuadirá al Congreso francés de que adopte una resolución para instar a una actitud responsable por parte de Japón.