Según informan, un 20% de los soldados surcoreanos requiere de seguimiento especial, entre los que se incluía el oficial que el sábado pasado protagonizó un tiroteo en su base militar, dejando cinco víctimas mortales y varios heridos.
Ante esta crítica situación, las autoridades del Ejército decidieron el martes 24 realizar una investigación en todas las bases del país -durante un mes- para concretar en detalle el número de soldados que precisa atención y adoptar las medidas necesarias.
El Ejército clasifica en tres niveles a los militares que requieren atención. En el nivel A se incluyen aquellos con antecedentes por intento de suicidio, mientras que el B está formado por oficiales con personalidad que presenta problemas de integración con sus compañeros. En tanto, en el C están los soldados que no se hallan en buenas condiciones físicas.
Según las normas, los soldados del grupo A no pueden participar en entrenamientos armados en la frontera intercoreana.
El sargento que protagonizó el tiroteo, inicialmente pertenecía al nivel A; pero tras una revisión, fue traslado al grupo B. Disparó a sus compañeros durante unas prácticas militares.
Aunque si bien contemplan adoptar medidas al respecto, se prevé que será será difícil encontrar una solución realista, dado el cupo de militares tiende a disminuir por la baja tasa de natalidad, mientras que aumenta el número de soldados que no se adapta al servicio militar.