La presidenta Park Geun Hye, visitó personalmente al embajador de Estados Unidos en Corea del Sur, Mark Lippert, quien fue víctima de una agresión física el pasado día 5.
La jefa de Estado acudió a ver al diplomático para consolarle y desearle una pronta recupración, al regresar de su viaje por Oriente Medio.
La visita de la mandataria, nada más llegar a Seúl, sin siquiera pasar por su despacho, busca mostrar que la alianza entre Corea del Sur y Estados Unidos sigue intacta pese al asalto al diplomático.
Durante su vuelo de regreso, la presidenta calificó como "terrible" la violencia ejercida contra el embajador Lippert, y enfatizó que habrá que investigar exhaustivamente los hechos, para aclarar cómo algo así pudo suceder en Corea.