Dada la gravedad de la sequía, que azota sobre todo en la región central de Corea del Sur, y al descenso en el nivel del agua en los ríos, por primera vez se ha activado el sistema de suministro de agua de emergencia, que recurre a las represas construídas para generación eléctrica.
Según informan, en lo que va de año apenas llovió un 61% respecto a años anteriores, y la tasa de reserva de agua cayó al 27% en la represa de Soyang y al 23% en la de Chungju.
Las autoridades esperan que así será posible aplicar unos 21 días más tarde, las medidas que obligan a reducir el uso de agua de riego para cultivos agrícolas.